A la mañana siguiente, Macarena, que se levanta con un poco dolor de cabeza, va hacia la cocina por un poco de agua para tomarse una pastilla y se lleva una enorme sorpresa, pues no esperaba ver dormidos en su sala a Mariano y a Rupert. Frota sus ojos para confirmar que realmente no está soñando, mientras sigue viendo la imagen de los hombres completamente rendidos. Entonces ve un par de botellas de vino sobre la mesita de centro y recuerda que la noche anterior, luego de hablar con Lucía, ambos se ofrecieron a llevarla a casa, pero le tomaron la palabra a Mariano, ya que Rupert no tenía auto. Al llegar, se entretuvieron hablando sobre las acciones de Lucía, dando sus puntos de vista, lo que la llevó a ofrecerles una copa, que terminó en dos Botellas, y en una discusión entre los hombres, que por alguna razón empezaron a suponer que ella fuera quien estuviera en el lugar de Lucía. Sintiéndose incómoda por la situación, decidió dejarlos solos e irse a dormir, pero jamás imaginó
Lorena, que apenas asimilaba lo que Rosaura le estaba diciendo, opta por no creerle, segura de qué solo quería arruinar su momento. —Mire vieja bruja, si se quiere vengar por lo que le dije anoche busque otra manera, porque no pienso caer en su sucio juego. Yo acabo de hablar con Santiago y me dijo que me estaba esperando. ¡Así que apártese! — afirma entre dientes la mujer que terminaba de bajar la larga cola de su vestido corte princesa, y sonreía con disimulo a los invitados, mientras todos la observaban expectantes de lo que pasaría, en especial Lucía, que no se cohibía de dibujar una leve sonrisa en su rostro, mismo que dibujo hace unos minutos frente a Rosaura y sus ex cuñadas que parecían completamente confundidas al verla. Ella, más que nadie, sabía que Santiago no estaba allí, pues antes se aseguró de que así fuera. ***Horas antes*** Lucía, que muy inquieta intenta arreglarse para el matrimonio de su hermana y su esposo, recibe una llamada de Santiago que aviva sus
Mariano, que apenas entra a su habitación, luego de hablar con Gregory, se deja caer en la cama muy cansado y algo adolorido. —¡Uff! El sofá de Macarena es demasiado incómodo. —Dice en voz alta mientras masajea Su espalda y cierra los ojos por un momento recordando lo linda que se veía Macarena enojada esta mañana y también piensa en la mirada que tenía hacia Rupert, era como si algo en ella hubiera cambiado. Sin que ella se diera cuenta, llevaba unos pocos segundos despierto, percatándose de su presencia y con los ojos entreabiertos podía ver claramente a la mujer que le observaba dormir a él y a Rupert. —¿Acaso sientes algo por Rupert? — pregunta como si Macarena estuviera allí… De pronto, el sonido de su teléfono lo saca de sus pensamientos, pues es una llamada que lo tomaba por sorpresa a pesar de que la estaba esperando. —… Si es así, hazme llegar todo lo que tengas de inmediato. Dice mientras se levanta, cuelga el teléfono y se apresura a ir con Gregory. … —Gre
Lucía, que no puede disimular su asombro, mira a Gregory quien instintivamente toma fuertemente del brazo a Lorena. —Parece que el que te dejaran plantada te está haciendo decir tonterías… —¡Jajajaja! —Suelta una risa escandalosa que llama la atención de los aún curiosos que no querían irse hasta saber en qué terminaría todo. —¿¡Qué!? ¿Ahora la defiendes? Es obvio que esa mujer me odia. La vi sonreír con malicia. —Afirma, entre dientes, intentando desviar la atención de Gregory que sabía la estaba acorralando por llamarla "hermanita", lo que confirmaba todo. —Que tú pienses eso, no te da derecho a afirmar tal cosa... —¡Ja! —Se suelta de su agarre. —¿Seguro? —Se aleja y sube rápidamente a la limusina. —A la estación de policía. —Le ordena al chofer. —¿Crees que sepa algo? —Le pregunta Greg, preocupado a Lucía. —No lo dudes... —Afirma, y se desvía de la conversación, para ver a Rosaura y sus hijas, tomar un taxi de forma apresurada, mientras la pren
Lucía, que se despierta, aterrorizada por una horrible pesadilla, busca a Gregory por toda la habitación, sin encontrarlo, por lo que decide bajar a la sala, donde escucha a Lorena, afirmar con seguridad que ha descubierto su verdadera identidad. Decidida a enfrentarla, por lo grave de la situación, es cohibida por Gregory que actúa precipitadamente, y toma del brazo a la mujer, luego de romper el papel que indicaba su parentesco. —¿Y qué se supone que piensas hacer? ¿Le dirás a la policía? Porque si eso harás, deberías contarle también que Lucía se vio obligada a fingir su muerte gracias a que Santiago y tú intentaron matarla. Los ojos abiertos de Lorena por la sorpresa parecen a punto de salir a de su rostro, y la sonrisa que, hasta hace un momento tenía, se le borra. Lucía, por su parte, se queda inmóvil, aterrada, sin poder creer lo que acaba de escuchar. —¿Qué tonterías dices? ¡¡Puff!! —Se aleja nerviosa y empieza a caminar en círculos. —No tienes algo mejor que in
#Nota: ¡Hola! Me siento feliz de iniciar esta nueva novela que espero les guste. Como siempre, les recuerdo que lo que aquí está escrito es producto de mi imaginación, aunque esta estará basada en algunos hechos reales, y que al igual que mis novelas anteriores, esta novela está clasificada +18, por lo tanto, se podrán encontrar con escenas de sexo o violencia no moderada. También, les aclaro que mis novelas no siempre son una oleada de felicidad, y que mi intención, es siempre dejar un mensaje. Gracias por animarse a leer otra de mis historias y apoyarme. Pueden seguirme en mi página de Facebook Maxxi Mendoza escritora. Un abrazo *** Era el aniversario número 5 de Lucia Nashville y Santiago Riquelme. Una pareja que llevaba más de 15 años juntos, desde que se conocieron en la secundaria. Lucia era una ávida diseñadora de modas, dueña de Rose Green, una casa de modas que en los últimos años era muy cotizada, gracias a los diseños innovadores que ella creaba. Santiago, era un cont
—¡Creo que iré por más té! —Afirma con labios temblorosos Lucia, después de escuchar a Santiago, y escapa a la cocina, donde no puede parar de llorar. De pronto, siente como una mano toca su espalda, y se gira con algo de esperanza, creyendo que puede ser su esposo, que fue a buscarla arrepentido por lo que dijo, pero es Lorena. Sin poder evitarlo, se lanza sobre los brazos de su hermana, con quien no tiene una relación muy cercana desde que eran adolescentes, debido a las inseguridades de Lorena en ese entonces. Sin embargo, para Lucia, ella sería por siempre su hermana, y desde que volvió de Europa hace un año, derrotada por una fallida relación, donde un hombre rompió su corazón, su única intención ha sido ayudarla a resurgir. Ahora es el rostro de Rose Green, y su carrera como modelo, va viento en popa. —¿Por qué lloras así? ¿Acaso alguien se murió? No deberías darle el gusto a ninguno de ellos de que te vean así. —Le dice Lorena, que la aparta con sus manos y la mira fij
—¡No entiendo suegra! —Dice un poco desconcertada Lucia que no entendía el porqué Rosaura tenía unos documentos preparados para que ella le cediera todo a Santiago. —Es simple. —Empieza a caminar de un lado a otro la mujer. —Si Santiago se divorcia de ti, perdería todo, tú tienes una empresa, la mitad de todos los bienes son tuyos. Eres exitosa y puedes salir adelante fácilmente, pero mi niño, ¿mi niño que tiene? Un maldito puesto en tu empresa, gracias a que hizo a un lado sus proyectos por ayudarte a crecer a ti. —¡Yo no le pedí que lo hiciera! —¡Ja! Pero qué desagradecida resultaste. Ya veo que te importa más el dinero y las cosas materiales que mi hijo. ¡No lo mereces! De inmediato, se siente mal Lucia, que había ido allí por ayuda para salvar su matrimonio, pero, en cambio, estaba siendo acusada de no amar a su esposo lo suficiente. ¿Acaso eso era lo que pensaban todos? Incluso Santiago? Recordó cómo en su aniversario, él usó las mismas palabras que ahora usaba