43: Corazones en la oscuridad
Kal señaló con la barbilla.
—Formación defensiva — dijo mirando al grupo de 50 lobos detrás de él.
Kal Grito de nuevo
—Shyra, flanco izquierdo. Tyran, derecha. Si algo sale del portal, lo rodeamos y lo abatimos.
El grupo se adentró por un pasaje que descendía hacia una cripta circular. Al centro, una grieta enorme se abría en el suelo, como si la tierra hubiese sido desgarrada por garras invisibles. De ella emanaba una luz púrpura palpitante, como un corazón enfermo.
—Ahí está —dijo Adelia.
Pero no estaban solos. Desde la oscuridad surgieron figuras horribles. Demonios. Cuerpos cubiertos de escamas negras, ojos carmesí, garras alargadas. Uno tras otro comenzaron a salir del portal, gruñendo, chillando con voces que no eran de este mundo.
—¡Ahora! ¡Defiendan el punto! ¡No dejen que crucen! —rugió Kal.
El combate estalló como una tormenta. La espada de Ethan se cubrió de fuego celestial mientras arremetía contra las criaturas. Shyra se movía como una sombra