EL CEO ITALIANO Y SU TENTACIONE
EL CEO ITALIANO Y SU TENTACIONE
Por: AZAHARA
1/EL CUMPLEAÑOS DE LA AMIGA

Hoy es el cumpleaños de mi mejor amiga y compañera de trabajo, trabajamos de día en el mejor hotel de Nueva York, limpiamos las habitaciones, y todo aquello que el jefe nos mande hacer, trabajamos entre ocho y diez horas diarias y aunque no nos pagan mucho, por lo menos nos da para pagar facturas, el alquiler y para poder comer todo el mes. Yo tengo una hermana mayor que yo dos años , que está muy enferma y las facturas del médico a veces se me acumulan, por eso de vez en cuando tengo que hacer horas extras en el hotel, aunque mi amiga se enfada conmigo, porque a veces las horas extras que hago, no es limpiando precisamente, si no que mi jefe me obliga a estar disponible para el dos veces por semana. No soy ninguna puta, Mi hermana y yo nos quedamos huérfanas muy jóvenes, mi padre era albañil y murió cuando estaba trabajando en una obra y cayó de un andamio de trece pisos de altura, mi madre murió un año después, sin razón alguna quedandome yo a cargo de mi hermana, de la casa y de todas las facturas que conlleva su enfermedad, pero si quiero seguir cuidando a mi hermana tengo que hacerlo o nos veremos viviendo en la calle, mi hermana tiene leucemia y aunque ha habido varios donantes de médula, siempre acaba su cuerpo por rechazarlas. En el cumpleaños de mi amiga, nos fuimos cinco compañeras del hotel a un Club que le llamaban LA TENTACIONE, que según ellas, era un club selecto donde se iba a tomar una copa y si se presentaba conocer a algún hombre guapo, pues no pasabamos la noche solas, pero cuando entramos las cinco al local y nos dieron unas máscaras, intente marcharme de allí ya que no sabía muy bien para qué eran esas máscaras, pero mis compañeras me cogieron de los brazos para evitar que me fuera

— Dejarme, no quiero estar aquí, esto parece otra cosa de la que me habéis hecho creer que era — les dije

— Callate y entremos, lo vamos a pasar de miedo — dijo Alicia

Nada más entrar, nos pusimos las máscaras y nos acercamos hasta la barra del bar para pedir nuestras bebidas, con ellas en las manos nos dimos cuenta de que había una mesa libre, nos acercamos sentandonos en los cómodos sillones que había alrededor. Minutos después de llegar nosotras, tres de mis compañeras se levantaron de los sillones desapareciendo de entre la multitud, acercándose a la mesa donde estábamos mi amiga y yo, una mujer esbelta, de pelo color rubio y muy alta

— Hola, me llamo Karla y soy la encargada de TENTACIONE, es la primera vez que os veo por este club, aquí dentro nunca se dan los verdaderos nombres, ¿como os tendré que llamar a vosotras? — nos dijo 

— Bueno la verdad que no lo hemos pensado aún, ¿tenemos tiempo? — preguntó mi amiga Sandra

— Si claro, bueno a ti te llamaré Bella, ya que hay un caballero que le gustaría conocerte y tiene acento italiano, ¿me sigues por favor? — me dijo a mi

— No gracias, no busco una relación — respondí

— Venga no seas así, eres joven y necesitas una noche loca, vamos Sofía animate — me susurró mi amiga en el oído

— Vale, pero esperame aqui, no me dejes sola que ahora mismo vengo en cuanto aclare esta situación con ese hombre — le contesté

Me levanté del sillón y segui a aquella mujer, subimos unas escaleras donde se veian perfectamente un pasillo largo con varias puertas cerradas, abrio una de esas puertas, entrando las dos a un cuarto donde habia una cama redonda dentro con sabanas rojas, un mueble con varios cajones y la luz era tenue de color tambien rojo

— Espera aquí bella, ahora mismo viene tu acompañante y espero que lo pases bien ya que me gustaría que volvieras a mi local — me dijo la mujer marchandose de aquel cuarto.

Estaba mirando los cajones de aquel mueble que había en la habitación, cuando escuche abrirse la puerta del cuarto, vi entrar a un hombre muy alto, bien vestido, que se estaba acercando hasta donde yo me encontraba.

— Buenas noches ragazza — me dijo aquel hombre

— Buenas noches caballero, creo que aquí ha habido una confusión, yo no busco una relacion con ningun hombre — le dije, escuchando cómo reía

— Yo tampoco busco una relación, solo pasar un buen rato con una bonita mujer y cuando te he visto entrar en el club, me has gustado mucho y me gustaria conocerte y hacerte feliz con mis caricias — me dijo, apartando mi pelo de mi cuello, haciendo sentir con su beso la calidez de su boca.

No dijimos nada más, el desconocido, desabrocho mi vestido haciendo que este cayera solo al suelo, haciendo que mi piel se erizara con el toque de sus manos, besó mi cuello, mis hombros, rozo con sus dedos mis pezones poniendose duros enseguida

— Eres bellissima ragazza, dejame absorber tu perfume de mujer y te prometo que te acordarás siempre de mi — me dijo

Me tumbo en la cama quitandome ese hombre mi tanga guardandoselo en el bolsillo de su pantalon despues de oler mi tanga, se tumbo a mi lado, haciéndome el amor como jamas soñe que se podría hacer, me hizo suplicar, me hizo gritar de placer y de dolor, pero lo que más me hizo es dejarme exhausta hasta pensar que me iba a morir, por los orgasmos que tuve con sus dedos y con su boca en mi sexo, marchandose el hombre despues de que me dejara medio dormida en la cama. Poco después de que el desconocido se marchara del cuarto, se volvió a abrir la puerta entrando en el cuarto Karla, la encargada.

— Hola ¿qué tal estás? — me preguntó

— Muy bien pero dime ¿quién era ese hombre?, me ha dejado exhausta — le dije

— No te lo puedo decir, todo aquí es privado, por eso llevais esas máscaras, si deseas ducharte, hay unos baños aquí al lado — me dijo

— Gracias Karla, sí que deseo ducharme, ese hombre me ha echo sudar y mucho — le dije sonriendo

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