Por la noche vinieron a mi casa mis amigas Alicia y Viki, siendo mi hija la muñeca que iba de manos en manos, pedimos para cenar pizza, mientras hablábamos y nos reíamos, de tonterías, cuando tocaron al timbre de la casa, me levanté yo para abrir, encontrándome al otro lado de la puerta a Mario
— Hola, puedo hablar contigo por favor — me dijo
— ¿De que? de cómo vas a educar a mi hija, de como Vanesa la convencerá de que es su madre cuando mi pequeña sea un poco más mayor, ¿de que quieres que hablemos Mario? — pregunte
— Por favor Sofía, vamos a dar un paseo y hablemos como dos personas razonables que tienen que solucionar un problema amistosamente — me dijo
— Esta bien, espera un segundo, ahora salgo – le dije
Entre en el salon donde estaban mis amigas, para coger mi móvil y las llaves de la casa
— ¿A dónde vas? yo no iría con él después de lo que te esta haciendo — me dijo Sandra
— Solo quiere hablar, ahora vengo, no os vayáis sin mí ¿vale? — les dije
Me marché del salón, salí al po