Rose Jones comienza la universidad como cualquier estudiante normal, pero para poder mantenerse comienza a trabajar como estriper en un club exclusivo. Todo cambia cuando conoce a los hijos del magnate Milano, específicamente al hijo menor Ethan, es egocéntrico, intolerable y... su jefe en el club, pero por cosas del destino se verán en la obligación de casarse para cobrar la herencia, solo que no contaban que todos los secretos saldrían a la luz y nadie era quien realmente decía ser. 《Un día Rose fue a pasear al bosque con los niños ricos, uno mentía, otro ocultaba la verdad y el siguiente solo quería venganza, pero todos tenían algo en común; nadie era quien decía ser》.
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☆****☆
ROSE JONES.
Caminaba por el campus con mi compañera de habitación Antonela, ella me estaba explicando los diferentes sitios y aulas de clases, Fernando también nos acompañaba, él al igual que yo; entró nuevo, y quería estar en el tour improvisado con nosotras para que luego no nos perdiéramos por los pasillos y termináramos en un sitio equivocado donde estuvieran un grupo de estudiantes vendiendo droga o teniendo sexo, eso fue una de las cosas que me advirtieron:
‹‹Cuídate de la universidad de High Ángeles la gente tiende a volverse loca››.
A pesar de que esta universidad se caracterizaba por las reglas estrictas, también se caracterizaba por las increíbles fiestas de las fraternidades, sin contar lo que había estado en boca de todo los últimos meses, los 3 estudiantes que desaparecieron misteriosamente una “noche de luna llena”, una historia escalofriante para cualquier niño de primaria que creyera en esa m****a de vampiros y hombres lobos, pero yo no creía esas cosas, para mí se habían drogado y escapado a otra ciudad; simplemente iban a regresar en algún momento.
— ¿Entonces dónde queda el área de sociales? —preguntó Fernando a Antonela, él estaba por la carrera de trabajo social, yo me había ido por ingeniería, sabía que mi carrera era algo complicada, pero me gustaban los retos.
Antonela le estaba explicando a Fernando qué pasillos tomar para llegar a sociales cuando de súbito yo me distraje viendo a varios chicos en la plaza alrededor de una mesa.
— ¿Y ellos quiénes son? –pregunté a Antonela, ella siguió el hilo de mi mirada hasta ver lo que yo veía; dos chicos sentados en una mesa uno frente al otro con muchas personas alrededor observándolos.
Sí, definitivamente llamaban la atención.
—Eh, son vagos que no tienen nada más que hacer o estudiar. —Dijo Antonela con desdén—; Solo pierden el tiempo.
—Creí que jugar cualquier cosa en las áreas de la universidad estaba prohibido —murmuró Fernando.
—No, eso no está prohibido —dijo Antonela—. Las actividades fuera del horario de clases son libres.
Claro, pero eran poco las horas libres, y me sorprendía que ellos tuvieran tiempo de jugar en vez de estudiar, no es que yo fuera una estudiante estrella o ejemplar, pero sí me aplicaba de vez en cuando, únicamente cuando la pereza no poseía mi cuerpo.
— ¿Qué están jugando? —pregunté y me detuve solo para observarlos a la distancia, mi mirada se enfocó en uno de los chicos que sobresalía por su cabello blanco, pero no lograba distinguir muy bien su rostro.
—No lo sé —admitió Antonela.
—Parece ajedrez —dijo Fernando también deteniéndose con la mirada fija en ellos.
—Voy a ver —murmuré llena de la curiosidad, pero Antonela me agarró de la muñeca deteniéndome, voltee a mirarla frunciendo el ceño y noté que ella parecía preocupada o… asustada, no estaba segura.
—Oye, Rose, creo que no deberías —dijo Antonela—, ahí está Ethan.
Volví a mirar a los hombres que estaban sentados ahí, no sabía quién era o por qué había que tenerle miedo.
— ¿Quién es Ethan? —preguntó Fernando.
—Es Ethan Milano —explicó Antonela—, hijo del magnate Milano.
¿Y eso debía darme alguna alerta de algo? No entendía su temor.
Solo cochina gente rica.
—Uh, mira que miedo —dije con burla soltándome de su agarre—. Voy a ver.
Comencé a caminar hacia la plaza haciéndome espacio entre la gente de alrededor para poder mirar, en efecto, estaban jugando ajedrez de mesa, para muchos era un juego aburrido, pero sabía que para eso se necesitaba mucha destreza, habilidad, estrategia y concentración.
Eran dos muchachos, ambos completamente concentrados, el de cabello oscuro solo le quedaba el rey, mientras que el chico de cabello blanco tenía casi todas sus piezas intactas luciendo una sonrisa de satisfacción cuando movió una pieza y dijo:
—Jaque mate.
Todos hicieron una burla hacia el chico de cabello marrón y comenzaron a elogiar al chico de cabello blanco.
—Excelente, Ethan —dijo un muchacho pelirrojo haciéndole un saludo con el puño completamente orgulloso.
Ah, interesante, entonces este sujeto con cabeza de champú era el famoso Ethan Milano. Su piel era muy pálida, sus mejillas sonrosadas y tenía unos penetrantes ojos azules que resaltaban como reflectores, a pesar de estar sentado se notaban sus hombros anchos y brazos musculosos.
Era sexy, lo admitía, a simple vista era un completo 10 de 10 en chicos guapos.
— ¿Quién más cree que puede vencerme? —Dijo Ethan engreídamente—, ¿Quién se atreve?
Nadie decía nada más que murmullos, al parecer todos se dejaban intimidar por el cabeza de champú, por miedo a perder.
Pero yo no tenía miedo.
—Yo —murmuré alzando un brazo.
Todos callaron en un tormentoso silencio e Ethan giró sus ojos azules enfocando su mirada en mí con incredulidad al igual que todos ahí, pero realmente me sentía muy segura, sentía que iba a ser divertido, yo realmente nunca fui una mujer penosa o que se avergonzara de algo.
—No, Nena —dijo girando los ojos—, no juego con niñas.
Me lo debí imaginar, era un petulante —egocéntrico— machista.
— ¿Por qué? —Lo reté— ¿Temes que una niña te gane?
Todos alrededor soltaron una ovación por mi comentario y noté como Ethan pareció ligeramente molesto de mi atrevimiento.
Me encantaba desestabilizar a engreídos petulantes.
—A ver, Nena, siéntate —dijo él con una leve sonrisa de superioridad—, a ver si aguantas.
Por supuesto que iba a aguantar.
Tomé asiento frente a él quitando mi bolso de mi espalda y echándolo a un lado, mientras acomodábamos nuestras piezas, él mantenía una irritante sonrisa de superioridad en su rostro e inició el juego cuando movió la primera pieza con rapidez, me entretenía que usara esa técnica de mover las piezas rápido para desestabilizar al contrincante.
Pero dos podía jugar a este juego.
Comencé a mover las piezas con la misma rapidez que él y noté que su sonrisa confiada parecía menos valiente, él me comía piezas, pero yo también, él era experto en este juego, pero yo era una campeona, sentí satisfacción cuando su rostro se tornó serio en el momento en el que dije:
—Jaque.
Escuché como todos a mí alrededor soltaron una exclamación, Ethan movió su pieza sabiendo que estaba al borde de perder y mordió su labio inferior pareciendo nervioso.
¿Ahora sí me tienes miedo, idiota?
Seguimos moviendo piezas, de repente tomé a la reina y en un solo movimiento lo dejé sin escapatoria.
Oh, sí.
Me eché hacia atrás en la silla con una deslumbrante sonrisa mientras él miraba el tablero completamente anonadado, como si no pudiera comprender qué había acabado de p***r.
—Hey, cabeza de champú —dije, y él alzó sus ojos azules hacia mí sin perder su expresión pasmada de su rostro—, Jaque mate.
Me levanté de la mesa aferrando el asa de mi bolso reproduciendo en mi cabeza la canción de ‹‹Turn Down for what?›› mientras todos me felicitaban completamente asombrados de derrotar al rey del juego.
Pues había una nueva reina.
No voltee mientras me alejaba de la plaza sin mirar atrás, pero sabiendo que Ethan me observaba mientras me iba.
Definitivamente, sabía que aquí comenzaría mi infierno, porque a los egocéntricos darles en el orgullo era la muerte.
PRÓLOGOÁNGELA RUIZ10 años después.Haber sido Rose Jones durante todo este tiempo fue definitivamente todo un reto, empezando con la prueba de estar involucrada con la familia Milano, fue una tragedia, más aun el tener que despegarme tan sentimentalmente de Ethan Milano, el chico que logró meterse bajo mi piel y mis pensamientos.El día de mi falsa boda terminó con dos Milanos muertos y uno herido, una red de tráfico de órganos y mujeres; desmontada, encarcelando a altos socios de Zacarías, famosos empresarios y políticos.Mi trabajo estaba cumplido.Ethan quedó en coma por varios días, pero por obra del destino se recuperó, logró cobrar la herencia y cerró los negocios ilegales de su padre quedándose como jefe de los negocios legales. Lo sabía todo de él, habían pasado 10 años; una década pero lo recordaba como si hubiera sucedido hacía tan solo meses atrás…Después
34Pre-boda.ROSE JONESNos regresamos el jueves en la mañana a la casa de playa de los Milano, Zacarías dijo que había encontrado a Estefan en un baño público con dolor estomacal y decidió devolverlo a casa días antes para que sus doctores lo atendieran.Me parecía raro porque yo sabía que estaba viéndose con Israel bueno; suponía que era Israel, en la conversación que espié cuando hablaba por teléfono en su habitación, él había reservado una cita en el farol, ¿y si Zacarías los había descubierto? Y si era así… ¿Qué había hecho? Sabía que Zacarías no era una persona completamente… normal o piadoso.Tenía un mal presentimiento.Al llegar a casa me sentía agotada, pero no pude descansar porque todos estaban envueltos en la boda que se celebraría el día siguiente, me hicieron medirme el vestido, los tacones, los accesorios, hasta una prueba de maquillaje, no comprendía por qué iban a probarme
33En la feria un niño se salvó, otro apostó al amor y el tercero; suicida apostó a la traición.ROSE JONES— ¿Feria? —Pregunté—, que feria tan rara.Ethan se estaba colocando un disfraz donde debíamos estar vestidos de negro y tener una especie de cajas en la cabeza como máscaras.—Es algo del pueblo —dijo Ethan—, es por la semana cruda.—No creí que ustedes fueran a las ferias —dije, realmente una feria en una pequeña isla de rico no parecía ser algo… coherente.—En este pueblo, creo que es lo más entretenido que hay además de la playa —se limitó a decir.Terminé de colocarme el suéter negro y miré a Ethan, él ya estaba vestido de negro y se estaba peinando el cabello, ahora que sabía del tatuaje de Euforia, de alguna forma parecía resaltar como luces de neón.— ¿Por qué el tatuaje? —pregunté.—Es algo de control —dijo mirándome a través del espejo—, si te das cuent
32La otra cara de la moneda.ROSE JONESYa era muy de noche y todo estaba muy solo a pesar de que podía ver los agentes de seguridad alrededor, así que decidí entrar a la casa para dormir un poco, después de todo, estar sola en una playa no era tan emocionante como lo tenía en mi mente, simplemente me cambié a algo cómodo y sexy para cuando Ethan volviera; realmente quería follar, con él me sentía ninfómana, solo recordar sus cuerpo y sus besos recorrerme...Sí, ni siquiera el hecho de haber descubierto que estaba involucrado con las desapariciones o la muerte de Barbie me habían disminuido el apetito sexual; pero de cierta manera entendía sus razones.Ya, ahora solo necesitaba dormir, me forcé a cerrar los ojos y por fin me quedé dormida.***Abrí los ojos sintiendo mi garganta reseca, miré la hora en mi teléfono; eran apenas las 2 am, miré a mi lado, Ethan esta
31La rareza de Ethan.ROSE JONES—También perteneces al pacto de Euforia —susurré sin poder creerlo.¿Cómo no había visto el tatuaje antes?Bien, este tatuaje era más pequeño, y como su cabello estaba algo largo se cubría fácilmente.—Me estaba durmiendo —murmuró volteando a verme con una ligera sonrisa burlesca.— ¿Hiciste un pacto con ella? —Dije aun sorprendida— ¿o por qué tienes el tatuaje de eso?Sabía que posiblemente él me ignoraría, respondería con odiosidad o simplemente diría que no me diría nada, pero para mi sorpresa él parecía tranquilo, su sonrisa burlesca permanecía en su rostro cuando dijo:— ¿Pacto? —Refutó—, ¿Para qué crees que tendría un pacto con Euforia?De repente algo en mí comenzó a atar cabos sueltos.¿Cómo no lo había visto antes?Recordaba que la mujer pelirroja llamada Rubí había dicho que Euforia cobraba un favor por otro favo
30Los misterios de la playa.ROSE JONESLlegamos a la deslumbrante casa de playa, era todo un espectáculo lleno de decoraciones del mar y peces, casi como un museo de la realeza o algo así. Entré a la habitación donde nos quedaríamos, era amplia con una espectacular vista al mar, realmente esto de andar con cochina gente rica me gustaba más de lo que demostraba, incluso Ethan, maldición, cada vez que estábamos juntos, la intensidad que...Un momento.¿Por qué estaba pensando tanto en Ethan?Tenía que relajarme, si me llegaba a encaprichar o quererlo con un apego sexual iba a ser mi fin porque debía recordar que estaba de infiltrada, él era parte de los Milano; las personas de las cual sospechaba.‹‹Enfocada Rose, enfocada››.Las maletas ya las había traído así que aproveché de organizar las cosas, como Ethan no estaba sentí como el bombillo se prendi
Último capítulo