24- Respiro de paz...
Dominik salió de aquel hotel con una sensación amarga...
Entro al asiento trasero del auto y solo halló paz cuando sus ojos conectaron con los de Nastacy.
No fue capaz de dejarla en el edificio, tiene pensado mantenerla cerca.
—Y... ¿que sucedió?—Quiso saber ella ansiosa.
—Hicimos las pases—responde él, con una calma envidiable, pero había algo en su tono que no llegó a convencerla de un todo.
—¿Por qué siento que sucedió todo lo contrario?
Dom levantó la mano para acariciarle la mejilla con el dorso, y con una muy leve sonrisa le dijo:
—Eres perceptiva, eso es bueno.
—No sé que tan bueno sea en éste momento.
—Todo estará bien... solo no debo bajar la guardia.
El regreso al edificio fue silencioso. Nas caminaba a su lado, con pasos pequeños, como si no quisiera alterar la calma que se había instalado después de la reunión. Dominik mantenía su mano en la espalda de ella, firme, casi posesiva, guiándola hacia el ascensor.
El sonido metálico de las puertas cerrándo