Él lo tenía todo: fama, dinero y el mundo a sus pies. Pero el pasado nunca se olvida… y cuando su carrera se tambalea, un viaje inesperado lo lleva de vuelta a donde todo comenzó. Ella fue su primer amor, la única mujer que logró hacerle creer en el "para siempre", pero también la que más lo lastimó. Ahora, el destino los obliga a enfrentarse de nuevo. Lo que empieza como un reencuentro incómodo se convierte en un huracán de emociones, recuerdos y verdades ocultas. ¿Podrán resistirse a lo que aún arde entre ellos o el amor que dejaron ir volverá con más fuerza que nunca?
Leer másNICOLÁSNunca me había costado tanto mantener la compostura como esta noche.Las luces del escenario ya estaban encendidas, el murmullo del público llenaba el salón y mis compañeros caminaban de un lado a otro, bromeando, haciendo como si todo fuera normal. Pero yo no podía pensar en otra cosa. No podía pensar en otra persona. Porque en cuanto la vi entrar, supe que la noche iba a ser un desastre para mi equilibrio emocional.Camila.Estaba ahí. De pie, junto a su hermana o una amiga —no lo pude distinguir bien desde mi lugar tras bambalinas—, vestida con un conjunto sencillo que aun así la hacía resplandecer como si tuviera luz propia.
CAMILAA veces me pregunto si no estaré rota por dentro. Si esa parte de mí que alguna vez creyó, que soñó, que se entregó sin miedo, ya no existe. Porque, aunque los días pasan y la rutina debería ser un bálsamo, lo cierto es que me siento más fuera de lugar que nunca. Como si no importara lo que haga, siempre me faltara algo. O, peor aún, alguien.Y odio admitirlo, pero ese alguien sigue siendo Nicolás.No debería ser así. Después de todo lo que pasó, de todo lo que dolió, de todas las promesas rotas y de las lágrimas que nunca se vieron… no debería. Pero lo es.Cada vez que su
NICOLÁSVolver al pueblo no fue una decisión racional. No fue algo que pensé, planifiqué y ejecuté como parte de una estrategia para lavar mi imagen después del escándalo mediático. Al menos, no del todo. En parte, sí. No voy a mentirme. Pero si me detengo un segundo a escarbar entre los motivos, me doy cuenta de que había algo más. Algo que no quise nombrar por miedo, por orgullo… por cobardía.Camila.Siempre fue ella.Pero ahora, después de tantas idas y venidas, después de miradas rotas, palabras afiladas y silencios ensordecedores, entiendo que no puedo seguir orbitando alrededor de su rechazo como si mi vida
CAMILAEl sonido del reloj marcando las horas se convirtió en el único testigo de mi insomnio. Cada tic-tac era un recordatorio de que, a pesar del tiempo, el dolor seguía ahí, latente, como una herida que nunca terminó de cerrar. Me levanté de la cama, incapaz de seguir fingiendo que el sueño vendría por sí solo. La cocina me recibió con su s
NICOLÁSLo recuerdo con una claridad que a veces me asusta. El sonido seco de la puerta cerrándose tras de mí. La expresión herida de Camila. La forma en que sus ojos se llenaron de lágrimas y, al mismo tiempo, de una determinación feroz. Ese fue el momento en que todo se rompió. El momento en que la perdí. No cuando me fui del pueblo. No cuando empecé a salir con otras mujeres para llenar un vacío que nunca se llenó. No cuando decidí quedarme en la ciudad, fingiendo que lo tenía todo bajo control. No. La perdí ese día, con esa mirada. Y aunque pasaron los años, ese recuerdo sigue siendo la piedra que no puedo quitarme del zapato. Me tortura. Me pesa. Y, joder, me hace arrepentirme cada segundo de mi vida.Ahora la tengo cerca. No como antes, claro. Está cerca en distancia, pero a años luz de mí emocionalmente. Y lo entiendo. Me odia, me teme, desconfía de mí. Tiene todas las razones del mundo para hacerlo. Pero eso no hace que mi deseo de enmendar las cosas desaparezca. Al contrario.
CAMILANo me reconozco.No soy la mujer segura que juré ser cuando Nicolás se marchó de mi vida. No soy la Camila que se prometió a sí misma que nunca más dejaría que él tuviera poder sobre sus emociones.Soy un desastre.Y todo por su culpa.No importa cuánto intente convencerme de que lo mejor es alejarme, de que todo esto solo me llevará al mismo dolor de antes. Mi cabeza lo sabe, pero mi corazón… mi corazón está empezando a traicionarme.Cada vez que lo veo, cada vez que su mirada se clava en la mía con esa intensidad que me desarma, siento que todo mi esfuerzo por mantenerlo a raya se desmorona. Nicolás no e
NICOLÁSCamila se aleja.Otra vez.Y me jode admitirlo, pero esta vez siento un pánico real instalándose en mi pecho.Porque no es solo su cuerpo el que se aleja.Son sus ojos.Su voz.Su esencia.Es como si ya hubiera tomado una decisión.Como si ya hubiera cerrado la puerta…Y yo estuviera golpeando el otro lado sin que ella tenga la más mínima intención de abrir.***Salgo de la tienda sintiéndome más jodido que
CAMILA
NICOLÁSLa tuve.Por un maldito segundo, la tuve.Cuando Camila dijo que todavía me odiaba, supe que estaba mintiendo.Porque nadie odia con tanta intensidad sin haber amado primero.Porque esa chispa en sus ojos, esa furia con la que lo dijo, me gritaba que aún le importo.Pero, como siempre, en cuanto se dio cuenta de lo que estaba dejando ver, se escapó.Se alejó antes de que pudiera decir nada.Antes de que pudiera re