NICOLÁS
No.
No vine por ella.
Vine porque no tenía opción. Porque el escándalo en Los Ángeles me cerró puertas, porque mi equipo de relaciones públicas me convenció de que desaparecer por un tiempo era lo mejor para mi carrera.
Vine porque este es mi pueblo, aunque no se sienta como tal.
Pero no vine por Camila.
Al menos, eso es lo que me repito cada día desde que puse un pie aquí.
Me repito que mi vida está en otro lugar. Que ya no soy el chico que soñaba con un futuro junto a ella.
Pero cada vez que la veo, cada vez