Un rey enamorado.
Loren se limpió las lágrimas, ahora reía, había encontrado a un ser muy especial como pareja, ella se sentía afortunada.
— Massimo, vamos al jardín a jugar un poco. — Pidió la pelirroja, ella era todavía muy jóven, por supuesto que quería jugar con él.
— El lobo asintió, se encaminó a la salida, solo que antes de todo echó un último vistazo a sus hermanos. Se podía ver ese brillo especial de felicidad en los verdes ojos del negro lobo.
— ¡Io! ¡Io! — El lobezno Dante llamaba a su tío, también quería salir a jugar con él.
De pronto el Alfa sintió como su cachorro se retorcía en sus brazos, pequeños huesos se escucharon quebrarse, y al terminar ahí estaba él, un pequeño cachorrito negro adorable de pelaje esponjoso y regordeto.
El lobezno cayó al piso y de inmediato corrió con sus cortas patitas a alcanzar a su tío Massimo.
El otro cachorro en la sala, Eliot, lloriqueó, también quería ir a jugar, él hizo el intento por transformarse, Pero solamente pudo sacar dos patitas y