El vampiro Darío, había estado quedándose en el pequeño apartamento de Vivian, él estaba creando lazos con su hijo, pero ya era hora de salir de ahí.

— Me he dado cuenta de que Dilan duerme poco por las noches, va a necesitar una niñera, que lastima que no pueda acceder a una de las hadas que el rey de los vampiros le quitó al Alfa.

— ¿De que hablas? Las hadas no existen.

— Si existen, y son excelentes niñeras. Pero solo trabajan para los hombres lobo, Vladish logró quitarle un par al rey de los licántropos, ya las conocerás, esta noche nuestra reina nos ha invitado a cenar.

— Darío, me encantaría poder ir, pero... tengo que trabajar, mi jefe me llamó y dijo que debo presentarme hoy mismo, ya está funcionando el bar de nuevo.

El vampiro que extrañamente vestía en ropa casual, un pantalón de vestir y una camisa de manga larga verde oscuro, estaba en silencio, eso era porque se estaba controlando.

— !Tu no vas a volver a trabajar en ese lugar, no voy a permitir que la