Los seres sobrenaturales han llegado.
Yara después del maltrato del Alfa Marino, todavía tenía esos recuerdos en su memoria, por unos momentos se quedó clavada en su sitio.
— ¡No te me acerques... Alejate!
— No te pongas difícil, lindura, verás que te va a gustar que te folle, mis amantes siempre han quedado satisfechas. — El mafioso amenazaba con su arma a Yara, mientras le tocaba la mejilla.
— A mi me gusta está pelinegra, quítate la toalla para ver tus encantos, preciosa, esos ojos verdes se van a ver perfectos mientras me chupas la polla.
— En tus sueños, nunca haré tal cosa, ya tengo un hombre, y cuando se entere que te has atrevido a tocarme, te matará.
El hombre tomó del cabello de forma brusca a Vivian, no iba a consentir que lo amenazara.
— ¡Cállate, vas a hacer lo que te diga si no quieres que te vuele la cabeza con esta pistola!
— ¡Suéltala mafioso abusivo! ¿Acaso no puedes conseguir a una mujer sin tenerla a la fuerza, o pagando? ¡Son una vergüenza como hombres!
El mafioso dió una bofetada a