C49-VINE POR MI LUNA.

En el hospital privado, Axel estaba en su oficina con la frente apoyada en una mano y los resultados de Aidan extendidos frente a él. Había revisado las hojas una y otra vez, sin poder asimilar lo que decían.

—No puede ser… —decía con incredulidad, apretando los labios—. ¿Cómo… cómo es posible?

El peso de la duda lo carcomía, pero al final se inclinó hacia atrás en la silla, respiró hondo.

—Primero tengo que hablar con Anya… ella me debe una explicación.

La puerta se abrió de golpe y Axel reaccionó de inmediato, guardando los papeles en el cajón, levantó la vista y se encontró con Lia entrando en la oficina.

—Lia… qué milagro. ¿Qué haces aquí? ¿Pasa algo con Aidan?

Ella cerró la puerta con calma, caminó hasta sentarse frente a él y lo miró con frialdad.

—No, Aidan está bien. Estoy aquí por otra cosa.

Axel suspiró, cansado.

—Bien… dime.

—Es sobre Anya —soltó Lia sin rodeos—. Me contó que fuiste a la mansión y no había podido hablarte porque estoy enterrada de trab