C45-¿QUIÉN ERA ESE HOMBRE?
Anya estaba en su consultorio, el reloj marcaba el paso de los minutos, pero su mente no descansaba. La voz de Levi aún resonaba en sus oídos y el miedo de que apareciera frente a Aidan la consumía, también el miedo de que Rowan se enterara de todo la ahogaba.
Aun así, trató de concentrarse en los informes, pero entonces su mente la llevó al beso de Rowan y aunque lo había rechazado y lo había empujado, estuvo tentada a corresponderle, a decirle que no lo estaba engañando, cada vez que cerraba los ojos lo sentía: su aliento, la fuerza de sus manos, esa intensidad que la desarmaba.
Y el deseo que siempre estaba ahí, latía con más fuerza al igual que su corazón, pero se obligó a apartarlo, porque no podía permitirse caer en eso, tenía que huir, tenía que salvar a su hijo.
De Levi.
De Rowan.
De todos.
La puerta se abrió y Sofía apareció como un torbellino.
—Vamos de compras, cuñis.
—No… —Anya negó, cansada—. No estoy de ánimo.
Sofía frunció los labios y se le a