C45-¿NO ME AMAS?

La madrugada era fría en las Tierras Altas y en la habitación de piedra gris del castillo, el fuego de la chimenea apenas ganaba la batalla contra el aire que se colaba por las rendijas.

Sofía abrió los ojos sin motivo aparente.

No hubo ruido. Solo esa sensación en la nuca, como si alguien le respirara demasiado cerca y cuando se giró ahí estaba él. Draxel, quieto en el marco de la puerta entreabierta, observándola y algo le decía que llevaba horas haciendo exactamente eso.

Sofía se incorporó despacio, enredada en las mantas pesadas que él mismo le había echado encima antes de irse y en ese momento el pelo le caía hecho un desastre por la cara.

—¿Qué? —graznó, la voz todavía rota de sueño—. ¿Ahora tienes complejo de vigilante?

Draxel no contestó de inmediato, sino que dio un paso y cerró la puerta con el talón sin hacer ruido. La luz del fuego le bailó en los ojos y, por un segundo, Sofía vio algo que nunca le había visto: miedo.

—Solo... quería asegurarme de que resp