C153- ES HORA.
C153- ES HORA.
Los griffins tocaron tierra entre un torbellino de polvo y alas batientes, agitados, nerviosos, con las plumas erizadas por el olor a magia podrida que emanaba del Bastión de la Penumbra.
Aquello no era solo un castillo; era una herida abierta en la tierra. De sus muros negros goteaba una niebla densa, y el aire olía a hierro, a muerte, a antiguas promesas rotas.
Axel saltó del lomo del griffin, apretando los puños para contener la tensión que le recorría el cuerpo. No quería mirar a Arianne, pero podía sentirla detrás de él, moviéndose con esa calma tensa que lo desesperaba y cada paso que daba, cada movimiento, parecía recordarle el contacto del vuelo.
Arianne, por su parte, evitó siquiera rozarlo al bajar.
Tenía la mirada fría, concentrada. Pero por dentro, el recuerdo del calor de su espalda aún la perseguía. La incomodidad entre ambos era palpable, pero al mismo tiempo había un hilo invisible que los unía y los repelía al mismo tiempo.
Rowan los observó unos segun