68.
Por supuesto, no era como si Lucas fuera a confesarme su infidelidad ahí mismo donde cualquiera pudiera escucharlo.
— No sé de qué estás hablando ¿Qué podría estar ocultándote? — Me tomó de las manos, pero noté el sutil temblor en su voz. — Entiendo que estés enojada porque le presto mucha atención a tu hermana, pero solo soy gentil con ella porque-
— Está enferma. — Lo interrumpí, completando la oración que ya me sé hasta el cansancio. — Sé que no tendrías razones para ir más allá con ella, al fin y al cabo es conmigo con quien podrás forjar un imperio.
Susurrar palabras dulces al oído de Lucas para mantenerlo feliz no es complicado, su avaricia brilla en sus ojos incluso en la oscuridad.
— La semana que viene será nuestra boda, me aseguraré que todo salga maravillosamente. Te casarás como toda una reina. — Lucas besó suavemente mi mejilla, sus manos me rodearon la cintura. Para él tampoco es dificil susurrarme palabras dulces. — No tienes que preocuparte por nada más, yo me estoy en