- ¿Qué coño estás haciendo, Gabe? - grité, empujándolo.
- Sólo te estoy defendiendo, Chuchu. Tu madrastra cree que la prostitución puede estar en tu ADN, pero es su hija la que se acuesta con hombres por dinero. ¿Vas a decir que creías que Rita Abertton era en realidad una modelo en Estados Unidos? - se rió y luego hizo un gesto de sorpresa- ¡No puedo creer que no lo supieras! ¿Nunca se lo dijiste, Rita?
Mi hermana no dijo nada. Las lágrimas corrían por sus mejillas y la tela de su vestido.
El cuerpo me temblaba y las piernas me flaqueaban. Todos los ojos estaban puestos en Rita.
- I... Se me ha quitado el hambre. Voy a consultar algo en el móvil, concretamente sobre cómo matar a directores generales gilipollas sin dejar pruebas.
- No olvides investigar a la escoria de la sociedad. Quizá encuentres allí a tu familia. - Gabe se rió, burlándose de mi hermana de trece años.
- Rita... ¡Dime que no es verdad! - Mi padre la miró.
Mis ojos se encontraron con los de Rita y salió corriendo de