- ¿Esta todo bien? - le preguntó.
Por alguna razón, que no entendí muy bien, todos en los últimos días me hicieron esta pregunta.
- Yo... no sé si está bien. Tengo una boda a la que asistir en unos días, no compré un vestido, no tengo idea si lo encontraré aquí.
- ¿Porqué estás tan preocupado? es solo un vestido...
- ¿No es sólo un vestido? Soy su madrina. Yo y...
- Jonathan. – completó.
- Sí...
- ¿Era esto de lo que estabas hablando con Helena hoy?
- Sí...
- ¿Él vendrá?
"Sí…" repetí una vez más, mecánicamente. Parecía saberlo todo.
- Asi que no te preocupes. Todo está bien. Encontrarás el vestido perfecto, lo sé. Y a Jonathan no le importará lo que lleves puesto, créeme. Apuesto a que preferiría que estuvieras sin vestido.
- Luciano, eres un grueso, cínico...
Fui a buscar mis cosas y me levanté.
- Ariane, ¿qué hice mal? – preguntó levantándose confundido.
- ¿O debería llamarte “Lu”? – Pregunté burlonamente.
Salí y él me siguió. Podría ir más rápido, pero no sería justo para él. Así q