(OMNICIENTE)
—Veo que estás feliz, tu plan está dando resultado.
—Claro... la estúpida está sufriendo, y falta poco para que le demos el tiro de gracia.
Se sienta en la orilla de la cama, con los brazos cruzados.
—No celebres anticipadamente, Daniel no ha sufrido lo suficiente... quiero verlo sufrir como nunca antes lo ha hecho —suelta, tomando un Martini y riendo con maldad—. Quiero verlo tirado en el piso, pidiendo mi compasión.
—Eso es parte del plan. ¿Recuerdas? —se sienta a su lado y le arrebata la bebida.
—Lo sé, pero no quiero esperar tanto tiempo... quiero hacerlo ahora, quiero herirlo y sé qué puedo hacer para lograrlo.
Se miran, como si compartieran una idea, pero no comparten la misma determinación.
—¡No! Olvídalo.
—Si la matamos, ese imbécil sufrirá, sufrirá como nunca antes lo ha hecho y...
—No, he dicho... la tipa es demasiado peligrosa, demasiado astuta incluso para nosotros —se niega a la idea de su cómplice—. Además, ya la hicimos perder a su bebé y, si nos descubre,