En unos minutos Fréderic, le daba el recorrido por el palacio a Lilac, y hablaban sobre los imprevistos que habían sucedido, y de las cosas que debía tener pendiente, pero de un momento a otro, Lilac muy curiosa, le pregunta:
-Pues, mi madre era la nodriza de su madre, yo trabajaba en el jardín y ayudaba a mi madre a cuidar a Chandler y sus hermanos
-No realmente, después de que mi madre falleció, su padre ya no quería que yo trabajara para él, el único que se interpuso fue Chandler, y pues, después de haber durado esos años trabajando en aquel lugar, ahora trabajo aquí.
Mientras seguían caminando, Lilac continuaba haciendo preguntas:
- ¿Sí?
-Sí, es un orgullo para sus padres
- (…)
-No, no te preocupes, la entiendo. Y pues… no me gustó su decisión, pero para él es muy importante que su familia lo admire, fue algo difícil de aceptar, pero fue su decisión.
Lilac tenía muchas dudas, pero no quiso hacer más preguntas sobre Chandler, debía enfocarse en sus deberes. Al terminar de hacer el recorrido, fueron hacia el comedor, ya que era hora del almuerzo.
En ese momento, Lilac escucha unos pasos que venían con prisa
-Disculpe por la demora, (dijo Chandler)
- ¿Cómo le fue en su reunión con el rey? (Le preguntó Fréderic al haber regresado)
-Qué bien, con permiso, (dijo Fréderic al irse).
Los dos se mantuvieron en silencio por algunos minutos, hasta que Lilac le dijo:
-Me alegra
Después de unos segundos más…
- ¿Cómo estuvo el recorrido con Fréderic?
-Sí, es cierto. Perdón por todo esto
-Sí, pues, fui muy egoísta al no haber pensado en ti en todo esto, sé que te has sentido muy mal, mi hermano puede ser una persona difícil, vi cómo te hablaba en la celebración, por eso me disculpo.
-Es una pregunta difícil de contestar, pero de todas formas espero que te sientas bien aquí, ya hay un presente que enfrentar
Chandler continuó almorzando sin decir nada más, y cuando terminó, se paró de su asiento, diciendo:
-Con permiso Y se retiró.
Luego de varias semanas, después de un día muy agitado, Lilac estaba cansada, así que se acostó a dormir más temprano de lo acostumbrado, pero al pensar en su hermana, quiso escribirle una carta para mandarla el día siguiente, en la que escribía:
Hola Rose, me gustaría saber cómo te está yendo en esta nueva etapa de la vida junto a tu querido esposo.
Mientras ésta aún escribía, escuchó que tocaron la puerta:
Estoy sorprendida de la actitud de Chandler, aparte de prepararme una habitación, viene todas las noches y me pregunta cómo estoy; y algunas veces si necesito algo, sabes que esperaba lo peor, pero gracias a Dios estaba equivocada...
-Tun, tun…
Como siempre, Chandler entró en silencio, y después de cerrar la puerta…
- ¿Cómo estuvo el día?
-Estuvo igual que el suyo, ¿A quién le escribes?
- ¿Me preguntas si quiero ver tu carta? (Pregunta éste sorprendido)
-No hay de qué preocuparse, no lo pensé, que tengas buenas noches. -cuando éste se voltea para abrir la puerta nuevamente, Lilac lo llama:
- ¿Sí?
-Está bien, en realidad esperaba una reacción peor
Chandler no respondió inmediatamente, después de tomar algunos segundos dijo:
¿Puedo tomar asiento?
¿Sabes? Desde pequeño he visto como mi padre subestimaba a todas las mujeres del palacio, notaba lo triste que eso las hacía sentir, no quería causar eso en nadie, pero al ver que tuviste la misma reacción que ellas, el primer día que hablé contigo, no me sentí bien, porque actué como él, aparte de que te he hecho sufrir, solo quiero remediar las cosas.
Lilac, aún más sorprendida, le dijo:
-Sí, ¿Por qué no?, Lilac, (dijo haciendo una pausa) No debí decirte lo que te dije la última vez, sí eres alguien para sugerirme que hacer, es solo que no podía hacer lo que me pedias, hice la promesa de casarme contigo y cuidarte, y haré todo lo posible para cumplirlo.
Desde ese entonces, Lilac y Chandler dejaron de verse como desconocidos, y aunque no se sentían atraídos, empezaron a comunicarse más, enfrentando la realidad que tenían en frente.
Una tarde, mientras Lilac caminaba por el huerto, veía el trabajo que habían hecho los agricultores, de pronto escuchó algo, ésta volteándose para mirar de donde había venido el ruido, tuvo el impacto de una flecha en su brazo izquierdo, de inmediato los guardias que estaban cerca fueron tras aquella persona que había cometido el hecho, mientras que otros llevaban a Lilac hacia dentro.
En unos minutos, el doctor había llegado, solo Fréderic y algunas sirvientas estaban ahí, ya que Chandler había salido aquel día, cuando el doctor se retiró de la habitación, Fréderic se quedó con ella, mientras ésta descansaba.
Lilac al despertar, ve que Chandler está hablando con Fréderic, éste lucía preocupado y frustrado por lo que había pasado.
-Lilac, siento mucho que te haya pasado esto, (le dijo Chandler al notar que había despertado)
-Alguien trató de matarte, debemos investigar quién fue
-Lo dudo, ¿Tienes algún enemigo?
-Pero muchos sí te conocen, quizás alguien quiso vengarse por algo que hizo tu padre, o que hiciste tú, Chandler, (opinó Fréderic)
-Debemos dejarla descansar, (le dijo Chandler mientras caminaba hacia la puerta).
Al día siguiente, mientras el doctor supervisaba la herida de su brazo, Fréderic entró a la habitación, diciendo:
Después que el doctor había terminado, Chandler y los familiares de Lilac entraron, Pauline, muy perturbada dijo:
-Nos dijeron lo que pasó, (dijo ésta llorando, mientras iba hacia Lilac para abrazarla)
-Las malas noticias son las que más rápido
llegan, (dijo Jules)
- ¿Por qué permitiste que esto pasara? ¿Acaso no sabes cómo cuidar a tu esposa? (Le dijo Fred a Chandler muy irritado)
-No padre, esto hubiera acontecido aún antes de haber venido aquí, él no tiene la culpa, además, yo solo cumplía con mis responsabilidades.
¿Qué tal si el culpable está aquí dentro? (Insinuó Jules)
¿Cómo quién? (Le pregunta Carlos)
-Que Chandler no hubiera estado aquí, cuando esto pasó, es de mucha sospecha (insistía Jules)
¿Por qué él haría eso Jules? (Preguntó Fred)
-Para casarse con otra mujer, todos sabemos que él no la ama, que plan ni más perfecto sería que Lilac muriera por una flecha lanzada a la intemperie. (Cuestionaba Jules)
-No serviría de nada, ya que la hubieses mandado
a matar otro día (asentaba Jules)
-Basta Jules, esto es absurdo, (dijo Fred)
¿No hubiera sido más fácil para él no haberse casado con Lilac? (Preguntó Carlos)
-Estoy abierto a tus investigaciones Jules, pero no habrás terminado hasta cuando yo descubra quién fue.
Todo lo que había dicho Jules tenía mucha coherencia, así que Fred pensaba que había posibilidad de que tuviera razón.