Los primeros días en el castillo fueron un tanto... complicados.
No fue tan caótico como pensé en un principio, pero tampoco fue tan fácil. Fue un proceso un poco lento, algunos días siendo mejores que otros.
Donovan me explicó, de manera superficial, que todos los habitantes en el castillo eran vampiros, pero solo más leales a él. Aquellos en los que él tenía total confianza, personas con las que se crio y a quienes siempre vio como parte de su familia.
Además, dio la orden de pasar desapercibidos para nosotros. Y gracias a sus sentidos desarrollados y gran velocidad, era poco usual ver a las personas que vivían aquí.
Por eso a veces se sentía como vivir en un inmenso lugar solo para nosotros, con las excepciones de los guardias que se encontraban en cada esquina. En su mayoría eran hombres, pero también había notado a algunas mujeres. Ellos nunca abandonaban sus posiciones, siempre vigilando, como si estuvieran esperando para enfrentarse a alguna amenaza.
Al principio todo fue un po