68. PLANES SINIESTROS
NARRADORA
Eldora asintió y caminó en dirección al despacho del Amo.
El calor siempre era asfixiante. Como un dragón de fuego, él disfrutaba de este ambiente, pero Eldora anhelaba subir a tomar el aire en la superficie.
Aquí se aburría. ¿Cuál era su propósito?
Al tocar la puerta de obsidiana, una voz baja y firme la mandó a pasar.
—Amo, aquí estoy —le dijo con respeto, cerrando la puerta y bajando la cabeza.
En sus ojos aparecieron las botas lustradas del dragón.
—Mi pequeña Eldora, hasta aquí me llega tu aburrimiento. —Unos blancos dedos presionaron su barbilla hacia arriba.
—Amo, yo no…
—Ssshhh —acarició sus labios, acallando sus palabras.
—Sabes que a mí no me puedes mentir, ¿verdad? —Flavio le dijo, hechizante y encantador.
Mirando a ese hermoso rostro, le había gustado demasiado esta sirvienta que encontró por accidente.
Las Neiras siempre fueron sus favoritas, pero ella aún se resistía a él.
—Tengo una misión para ti. Necesito que recorras el Bosque Oscuro, clan por clan, y sel