98. EL HERMANO MAYOR
NARRADORA
Su mate colocó sobre el cojincito preparado el huevo grande y brilloso, que al sentir el corazón mágico, se quedó tranquila cerca de la madre dragona.
El agua purificadora lavó las heridas internas de Lorien y curó cada desgarro, limpiándola de sangre y residuos.
Damon arrojaba las cosas sucias al recipiente bajo la montaña dorada, cambiando a su pareja para que estuviese más cómoda.
Se habían preparado durante semanas para hacer esto ellos solos.
Los dragones eran muy celosos con sus partos, y los lycan también.
Un llanto y gimoteos agraviados les dijo que su hijo mayor ya requería atención.
Lorien se giró de lado para agarrar a la cosita.
Damon la ayudó a incorporarse y se sentó detrás de su espalda, pegándose él a Shunayá.
"Suave, cachorro, no desesperes, no puede herir a la madre" Ulric le daba instrucciones al espíritu inmaduro de su hijo.
La boquita hambrienta se pegó del seno materno y comenzó a alimentarse.
Damon rodeaba a Lorien con sus brazos y acariciaba con los