36. VENGANZA
NARRADORA
Se giró con el corazón latiéndole apresuradamente, el miedo retorciéndose en su interior.
Se arrastró sobre su trasero, por el pasillo a media luz, al ver a dos hombres acercándose a ella.
—Nerón, ¿esta no fue la chica que hechizaron y le sacaron todo de su manada cuando fue a buscar hierbas? —Uno de cabeza rapada y sonrisita astuta le preguntó al otro.
—Esa misma. La muy “cooperadora” facilitó todo el trabajo —le respondió igual con burlas.
Su mirada lasciva recorrió el cuerpo tembloroso de Nadia, que no recordaba nada de lo que hablaban.
—Es linda, ¿verdad? — se acercaban más y más.
—Oye, no la asustes, mira la cara de cachorrita que tiene. Además, el jefe dijo que lleváramos a las mujeres intactas…
—Solo una probadita, ya esta manada está acabada…
Ante sus claras y asquerosas intenciones, Nadia no esperó más para levantarse e intentar correr.
Escapar por la puerta trasera, hacia la protección del bosque en su forma de loba.
Solo que no llegó muy lejos y, sobre el suelo de