Capítulo 9 – La Mentira en Primera Clase
El rugido grave de los motores del jet privado se filtraba como un zumbido constante en el silencio hermético de la cabina, envolviendo el ambiente en una atmósfera de lujo cuidadosamente diseñada, pero incapaz de disimular la tensión latente entre los dos pasajeros principales.
Adrián Castell iba sentado junto a la ventanilla, con el cinturón de seguridad ajustado y los hombros tensos. Tenía la espalda apenas recostada en el respaldo de cuero beige que, en lugar de aliviar su cansancio, lo hacía más notorio. La mandíbula contraída, los párpados pesados por el agotamiento acumulado, y una taza de café intacta sobre la bandeja extensible frente a él completaban el cuadro de una figura vencida.
A su lado, Valeria Montesino lucía impecable. No parecía que estuviera tan gravemente enferma como dicen los estudios médicos que le mostró. Vestía un conjunto de cachemira beige que delineaba su figura con elegancia medida, el cuello ligeramente caído s