Capitulo 52 El ascensor que no subió a tiempo
(Punto de vista: Adrián Castell)
La recepción del edificio estaba tranquila esa mañana. Silenciosa. Con olor a café y a esas revistas que nadie leía pero que daban un aire de calma.
Hasta que entró él.
Adrián lo vio desde el pasillo , a través de la mampara que daba a la entrada. Una figura alta, relajada, de mochila al hombro y bata doblada. Sonriente. Seguro.
Federico Klein.
Y en ese instante, su mundo se resquebrajó como un vidrio rajado al centro.
Habían pasado meses desde la última vez que lo vio tan de cerca. Pero esa figura... ese tipo tan “paz y amor”, con nombre de científico alemán y cara de gurú espiritual, lo había irritado desde siempre.
No por lo que decía. Sino por lo que provocaba en Sofía.
Desde antes del contrato,antes del anillo. Incluso antes de la propuesta.
Federico ya estaba ahí. No sabía si alguna vez hubo algo entre ellos. Si se besaron, si se buscaron, si se desearon. Tenía la cereza que para S