Capítulo 23 – La guardiana del desayuno
Liliana despertó con el primer rayo del sol colándose por la rendija de la cortina ya Isabel se había ido en la madrugada, se quedar en la casa de Sofía, se quedó dormida en el sillón del living , tuvo otra noche difícil con su amiga.
Se incorporó con cuidado, estirándose los brazos y frotándose el rostro, cuando el timbre de la puerta sonó.
—¿Quién demonios toca el timbre a esta hora? —murmuró con voz ronca, arrastrando los pies hasta la puerta.
Al abrir, un repartidor le extendió dos bolsas térmicas con una sonrisa educada.
—¿Liliana Acosta?
—Sí… soy yo.
—Desayuno especial de “Café del Este”, enviado por Adrián Castell. Que tenga un buen día.
Lily frunció el ceño, sorprendida. Tomó las bolsas, cerró la puerta con el pie y fue directo a la cocina.
—¿Este ahora se hace el romántico? —murmuró, abriendo los paquetes y encontrándose con una bandeja preciosa: jugos naturales, café descafeinado recién hecho , frutas, medialunas rellenas, panes arte