Capitulo—Lo que me debías desde hace años
Milagros abrió la puerta de la habitación sin golpear.
Ayden estaba sentado en la cama, despeinado, con el vendaje todavía en la cabeza y la tarjeta que ella había dejado entre los dedos.
Cuando la vio, se incorporó como si llevara horas esperando exactamente ese momento.
—Viniste —dijo, en un tono sorprendentemente humilde.
—Dijiste que querías hablar —respondió Milagros, cerrando la puerta detrás de sí—. Así que… hablá.
Ayden respiró hondo, como quien se prepara para saltar sin red.
—Mili… quiero pedirte perdón por ser un imbécil con vos toda la vida.
—¡Ay, qué suerte que te diste cuenta! —le retrucó ella enseguida.
Él tragó saliva.
—No… de verdad. Dejame explicar.
—Estoy acá —dijo ella, cruzándose de brazos—. Sorprendeme.
—Fui un malcriado —empezó.
—Sí.
—Un agrandado.
—También.
—Y un llorón.
—Confirmado —contestó sin piedad—. ¿Querés que siga yo o te acordás solo?
Ayden bajó la mirada.
—Y un soberbio que te lastimó… cuan