—Muchas gracias, dígale que puede pasar, cariño podrías ayudarme con la revisión del bebé necesito encargarme de algo.
—¿De verdad? ¿Ese algo será Alberto y Eliana? Si es así, tendrás que esperarme, quiero ir contigo esta vez no se lo dejaré pasar, ya no estoy en su casa o su familia, deben aprender a respetarme por quien soy ahora, debe saber que no puede jugar conmigo.
—Mi principe, no quiero que te ensucies con esa clase de gente, puedo solucionarlo, ellos no se volverán a meter contigo de nuevo, van a tener qué aprender a la mala, ya que a la buena no quisieron y su madre también lo hará, no puede detenerlo y lo apoya, entonces le enseñaré que no debe meterse con mi persona.
—¡Te dije que me esperes y eso harás! Sé que lo que haces lo haces por mí, pero hay cosas a las que debo enfrentarme y tú no puedes evitarlo, eso no quiere decir que no estarás a mi lado, después de lo que sea que tengas pensado hacerle, lo llevaremos personalmente a la casa de los Conrado y dejaremos que ello