Capítulo 17

El cielo comenzaba a oscurecer. Las farolas de la calle se encendían poco a poco, bañando con una luz amarillenta la acera de la Calle Romero. Una brisa nocturna soplaba suavemente, despeinando algunos mechones del cabello de Lilian.

Daryl estaba frente a ella, mientras Aurora se sentaba en un pequeño banco junto a un poste de luz, aferrando la mano de Lilian como si temiera volver a perderla.

—Entonces… ¿vives en este apartamento con Gabriel? —preguntó Daryl con cautela, echando una mirada a la entrada del viejo edificio detrás de Lilian.

Ella asintió despacio. —Sí. Por ahora. No tengo un plan a largo plazo… todo ha pasado demasiado rápido.

Daryl esperó, con la esperanza de que Lilian añadiera algo más. Pero la mujer bajó la mirada, como escogiendo sus palabras con sumo cuidado.

Aurora, que llevaba un rato escuchando, interrumpió de pronto: