59. Una salida
Cuando Noah llegó a la cárcel se encontraba visiblemente tenso, no solo porque el lugar le generaba aprehensión sino porque no quería ser ligado a nada que pudiera tomarse como una duda a su integridad pero no podía negarse a la solicitud sin más, — Buen día, ya todo está preparado no te preocupes.
— Admito que estoy un poco nervioso, pero supongo que mi visita a este lugar debe ser por algo importante.
— Me están los misterios hubiese preferido que todo se hiciera a través de los abogados.
— Tienes razón, mejor salgamos de esto de una vez.
Los hicieron pasar después de una breve revisión a una especie de sala de reuniones debidamente vigilada, les esperaba una joven de aspecto sencillo pero se notaba educada, le fueron retiradas las esposas y un guardia esperó tras la puerta.
— Buen día, mi nombre es Elizabeth, el motivo por el cual les mandé a llamar fue porque tengo algo para ustedes, sin embargo, sin más rodeos diré que yo también deseo antes que se me conceda un favor persona