Ezequiel

Maneje con apuro por las calles en aquella horrible tormenta, y entonces recuerdos del pasado vinieron a mi mente, esta no era la primera vez que la buscaba en el pasado. Recuerdo cómo me llamo sin conocernos, mi hermano la había dejado tirada sin dinero en un restaurante al sur de la ciudad, y aunque no nos conocíamos no pude evitar buscarla, llamaba mi atención por ser lo contrario a la mujer interesa, materialista, y egocéntrica con las que había estado Jemes toda su vida. Me preguntaba, ¿qué hace una chica reservada, sencilla, y poco sentimental? Cuando la encontré, esperaba con una seria expresión, no estaba triste ni tampoco decepcionada, solo era ella y esa belleza imperturbable que le otorgaba sus rasgos asiáticos, ¿quién era realmente Mónica? Y porque estaba con mi hermano. Detuve el auto, reconociendo el vestido que le compré, estaba sentada con las piernas arriba del asiento, mientras las abrazaba con fuerza, resguardada en una de las paradas de auto bus. Presioné