Mientras Eva y Alejandro intentan comenzar una nueva vida en Nueva York, en México, los abogados de la familia Mendoza, comienzan a mover los hilos correctos para poder sacar a Sebastian Monroy.
Melissa Monroy, tras enterarse de que su hermano se había casado con Eva Díaz, supo que ahora no había quien pudiera separarla de Demian o, al menos, eso era lo que creía que sucedería.
- ¿Qué haces aquí? -dijo Demian con voz fría y cargada de molestia.
- Demian, yo… Tú… Bueno, ambos necesitamos esto, ambos necesitamos hablar… -Intentaba explicarse Melissa.
- ¿Necesitamos? -pregunto Demian irónicamente. – Creo que tienes la realidad bastante alterada, ¿No lo crees?
- ¡Demian! -dijo Melissa levantando la voz.
- ¿Qué? ¡TÚ! ¡Tú con un demonio! ¡Tú iniciaste todo con aquello el maldito día de mi cumpleaños! -decía Demian con rabia evidente.
- ¿De qué demonios estás hablando? -dijo Melissa, sorprendida.
- El día de mi puto cumpleaños, trajiste a tu casa a la hermana de Eva, trajiste al idiota de Ser