En un mundo donde los sueños y la realidad se entrelazan, Amelia, una joven soñadora, se cruza en el camino de Alex, un apuesto y misterioso empresario. Lo que ella no sabe es que Alex esconde un secreto que podría cambiarlo todo: es un lobo, un ser sobrenatural que ha logrado conquistar el mundo de los negocios. A medida que Amelia y Alex se conocen, una conexión especial comienza a surgir entre ellos. La atracción es evidente, pero mientras Amelia se enamora perdidamente, Alex se debate en un dilema interno. ¿Cómo podría revelarle su verdadera naturaleza a la mujer que ama sin asustarla o ponerla en peligro? La situación se complica aún más cuando un antiguo enemigo de los lobos amenaza con revelar su existencia al mundo humano. Alex se encuentra atrapado entre su lealtad hacia su linaje y su deseo de proteger a Amelia de las consecuencias que esto podría acarrear.
Leer más+Amelia+
Tengo la cabeza perdida en mil pedazos y la desesperación por acabar con mi vida están rápido como un suspiro. Hace un par de minutos mi hermana me envió un mensaje diciéndome que en menos de una semana necesitará las mensualidades de la universidad.Dios, no encuentro las palabras adecuadas para decirle que no he cumplido ni quince días en la empresa como ayudante de la secretaria de presidencia. Ya sé que debo agradecer que el novio de mi hermana sea el que me consiguiera este trabajo, ya que antes trabajaba como camarera en la cafetería.Esta es mi vida, soy una mujer de veintiocho años y sin un futuro prometedor. Vivo con mi hermana menor de dieciocho años porque mamá decidió dejarnos por un hombre que le endulzo el oído prometiendo el cielo y la tierra, no obstante todo tiene su precio y la condición era dejarnos sin casa, comida y dinero.Mi hermana y yo llevamos cinco años viviendo solas, y… Na-ah, ya no quiero recordar mis penas, es mejor respirar profundo y terminar de sacar estás copias.—Oye, niña, ¿en qué andas pensando? —sin previo aviso sentí un manotazo en mi brazo, sacándome un quejido y provocando que el café expreso que tenía en mis manos se derramara sobre mi camisa blanca—, necesitamos esas copias, el jefe no deja de gritar, ¡quiere tu cabeza!—¡No me jod…! ¿Qué hiciste? —puse los ojos en blanco y resoplé.Esto tiene que ser una pesadilla, ¿cómo arreglaré este desastre?Respira…, tomate un segundo y respira como las grandes ayudantes de secretarías.¡Dios, solo estoy sacando copias, la máquina es la fotocopiadora, no yo…!Ese hombre está acabando con mi paciencia, soy solo la asistente de la secretaria, ¿por qué me quiere ver?—Él me despedirá si tú no estás en su oficina, por favor… Necesito que corras, que lleves las copias de una vez, ¡niña, tengo tres hijos y cinco nietos!¿Y yo tengo la culpa?—Nueva, el jefe te llama y por la desesperación de la señora Rocío, tienes que apresurarte —aparece el chico risueño, Andrés es la persona que no se toma todo a pecho—, ¡muchacha! ¿Qué te sucedió? Pareces toda una pordiosera—corre hacia mí al mismo tiempo sacándose un pañuelo para intentar limpiar y quitar la mancha del café de mi camisa blanca.—Gracias, pero no hay tiempo, tengo que entregar las copias —lo interrumpí y bruscamente me alejo de él.Dejo todo el desastre que ocasionó la señora Rocío. Me apresuro, agarro las copias y corro hacia la oficina del jefe.Juro por Dios que soy una chica con mucha paciencia, pero ahora que ella se ha escapado, y dudo que desee regresar. ¿Quiero gritar? Sí, y aún más, cuando escucho las carcajadas de algunos empleados.No puedo evitar maldecir una y otra vez en mi mente. ¿Por qué ese monstruo no puede ser igual que el novio de mi hermana?¡Es odioso, engreído, prepotente, detestable y arrogante! No importa su físico, para muchas es un hombre atractivo, guapo, pero para mí es todo lo contrario.No le presto atención a todos esos susurros; el jefe griego, el jefe guapo y poderoso, el jefe musculoso o de esos ojos grises. Puff… Todo eso es una mentira.Al llegar a la puerta de la oficina de ese monstruo malhumorado me detengo, doy el último suspiro y sin mirar el desastre de camisa, alzo la mirada y doy dos toques a la puerta para entrar.—¡Ya estoy aquí! —exclamé desesperada y a la vez enfadada.No llevo ni una semana trabajando para esta empresa y ya me siento agotada, ¡esto es una explotación!Dios, solo quiero que termine esta semana y quedarme el domingo de descanso sobre la cama, viendo N*****x.Es una semana muy dura, y no es excusa en decir que me cuesta llevar el ritmo. ¿Por qué ese hombre quiere volverme loca? ¿Será que no quería contratarme?Con el enfado a mil por hora, mi respiración se encontraba agitada. Seriamente, lo miré a los ojos y maldije por mi suerte.El monstruo se acomodó en su silla para luego inclinarse hacia delante y dejar caer sus brazos sobre el escritorio. Él me observa de arriba hacia abajo, provocando que me intimidara y que mi enojo incrementara.¿Qué espera de mí? Solo soy una simple ayudante.Enarcó una ceja en el momento que sus ojos se detuvieron en mi camisa. Apretó la mandíbula y yo, para mi sorpresa y desgracia, tuve que esforzarme en gritarle de una vez por todas que esto es su culpa.—¿Comes primero antes de hacer tu trabajo?, ¿no desayunas en tu casa? ¿No tienes tiempo? —y sus preguntas empezaron a invadirme, por el tono de su voz puedo detectar mucho enfado de su parte, ¿por qué me odia?—Accidentes de los que no pude evitar —sisee entre dientes—, lo importante es que las copias están listas.A pesar de que mis piernas temblaban, caminé hacia su escritorio, dejando las copias cerca de su computadora.—No…—¿No?—Es tarde, esas copias las quería para ayer, ya en este momento no me sirven, así que por su culpa perderé más de una inversión —gruñó.Uno… Dos… Tres…Maldit…, esto tiene que ser una broma, no me puede decir que… No, las copias son una reforma y no contratos importantes.Este hombre es un idiot… Quiere volverme loca, de una u otra forma quiere castigarme.Me obligué agarrar aire, no hay ninguna duda de que él quiere acabar con mi paciencia y aunque me cueste aceptar me tengo que quedar porque tengo que pagar la mensualidad de mi hermana. Yo no llegué a la universidad por falta de dinero y apoyo, lo único que pude hacer fue tomar un curso de secretaria y por eso estoy donde estoy.—¿Me despedirá? —mis ojos se abren de golpe—, siento que no es mi culpa, lo del contrato, ya que las copias están aquí y la reunión no ha empezado.—Debería hacerlo, pero…Aaaahhh… Este hombre no me soporta, es evidente que no me quiere cerca. Debería de renunciar y volver a la cafetería, ahí al menos nadie me trataba como perro.—¿Me llevo las copias? —y me muerdo la lengua, no puedo tirar todo, todo es por mi hermana.—No puedo despedirte porque tu contrato es de seis meses, así que tendrás que soportarme y mejorar, ya que las sanciones están en el reglamento, tienes que ser eficiente.Oh, se me había olvidado de ese contrato, pero de las sanciones, no…Pero… Todo esto es injusto, en ningún momento le estoy faltando el respeto y todas las cosas que la señora Rocío me ha enseñado lo he hecho al pie de la letra, ¡No soy una inútil!—Entonces me retiro —bajo la mirada por unos segundos para luego dar media vuelta.—No le he dicho que se retire —me detengo en seco al escucharlo—, quiero que se quede, siéntese—ordenó sin titubear.—Señor, Johnson, ¿puedo pasar?Justo cuando estaba por darme media vuelta para obedecer al señor caprichoso, alguien decide aparecer.Alzo la mirada y automáticamente puse mi cuerpo con firmeza al momento que vi que el de recursos humanos se hacía presente.—Apareces en mal momento —el monstruo le responde de modo grotesco—, ya que estás adentro, puedes decirme que es lo que se te ofrece.—Waooo... No pensé que estuvieses ocupado —me regala una sonrisa—, es un placer verla, señorita.¿Verme?Ja, este hombre, si me cae bien, es demasiado simpático, en cambio, el ogro de mi jefe es detestable.—Gracias —asiento, sin poder evitarlo me sonrojo.—¿Qué le sucedió? —su mirada fue directo a la mancha de café.—Un pequeño accidente, en un momento lo arreglaré, solo que ahora…Mi cuerpo sigue temblando mientras me dejo caer al suelo. Las lágrimas que habían estado contenidas comienzan a fluir con mayor intensidad, arrastrando consigo cada pedazo de mi confusión y desesperación. Estoy en una especie de torbellino emocional, donde la realidad y el miedo se entrelazan en una danza frenética. Cada vez que cierro los ojos, la imagen del lobo regresa a mi mente, y me resulta casi imposible entender cómo es que la realidad se ha vuelto tan surrealista.El lobo—Alex—se mantiene a una distancia prudente, sus ojos, ahora de un color más humano, miran hacia mí con una mezcla de arrepentimiento y preocupación. Su rostro está pálido y sudoroso, como si la transformación le hubiera costado mucho más que solo un cambio físico. A medida que sus músculos se relajan y su piel se ajusta a su forma humana, la angustia en sus ojos se hace más evidente. Me doy cuenta de que, aunque su apariencia ha cambiado, la expresión de dolor y remordimiento sigue siendo la misma.El aire en
Me quedo helada al verlo allí, de rodillas frente a mí, con los ojos llenos de una culpa que no había visto antes. Mi corazón late tan rápido que siento que va a salirse de mi pecho, y la confusión se apodera de mí. ¿Por qué está haciendo esto?—Alex… —susurro, mi voz apenas audible mientras trato de procesar lo que está pasando. Nunca lo había visto tan vulnerable. Él siempre ha sido la imagen de la fuerza y la seguridad, y ahora, verlo así, me desarma por completo—. ¿Qué estás haciendo?—No debí jugar con tus sentimientos, no debí dejar que las cosas llegaran tan lejos sin explicarte todo desde el principio —su voz suena rota, como si cada palabra le costara un enorme esfuerzo—. No mereces esto, Amelia. No mereces todo el dolor que te he causado.Mis ojos se llenan de lágrimas. Parte de mí quiere gritarle, exigirle que me explique de una vez por todas qué es lo que está pasando.—Alex, por favor, levántate. No entiendo nada de lo que estás diciendo —mi voz tiembla, y noto que mis ma
~—¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Dónde estoy?No, no, esto debe ser una pesadilla, nada puede ser real.Frente de mí veo la silueta de un hombre, no puedo apreciar quién es porque nos rodea una oscuridad.¿Será que estoy muerta?—Aparentemente, tu lobo.¿Mi lobo?—Ja, ja, debes estar loco, ya, no estoy para este tipo de bromas, los lobos no existen.Si escucho a una persona significa que no es un sueño, y que por tormenta, mantenimiento o daños la luz electricidad de la casa se ha esfumado, dejándonos a oscuras.—No, realmente soy tu lobo, tu protector y el caballero oscuro —insiste, su voz grave provoca que mi cuerpo entero se erice.Una ola de fatiga me atraviesa y se instala como un peso de cinco kilos en mi pecho. Cierro los ojos lentamente, luchando contra eso. No quiero desmayarme. Quiero que me hable, que responda a todas mis preguntas y que me mire con esos ojos verdes, oscuros.Necesito que me diga quién es la persona que está detrás de todo esto.—No te vayas, tienes que darme
Alex… Alex… Alex…¿Qué? ¿Por qué no puedo respirar?No… No… No… Puedo… Respirar.Mis oídos pitan, mi corazón está a punto de salirse, mis manos tiemblan, mi tráquea parece haberse cerrado por completo y lucho por llevar el aire a mis pulmones, pero… Dios, qué es lo que tengo.Estoy viendo a Alex e intento pedirle ayuda, pero no puedo.La mirada se me nubla por las lágrimas que me invaden.¡Ayuda!Mis extremidades pesan, mis brazos se han entumecido y el frío recorre cada centímetro de mi cuerpo.Instantáneamente, me desplomo, mis parpados amenazan con cerrarse por completo, mi cuerpo apenas responde a las exigencias de mi cabeza.¡Voy a morir!Porque siento que mi cuerpo se está yendo… El dolor en mi pecho es insoportable, la sensación de pesadez es cada vez más intensa.El miedo se hace presente, de la nada mi cuerpo se paralizó, el miedo se ha apoderado, como si todo lo que pasé me lo estuviese cobrando en este momento.¡Yo….!A lo lejos escucho la voz de Alex y de mi hermana, ambos
La señora es una loca maniática, al principio nos hizo creer que un hombre nos quería muerta y ahora… ¡Sé quiere ir! Sí, es evidente que la señora está enfadada, no estoy en contra de que todas las señoras deseen un trabajo honorable, no obstante, esta señora debería estar en un manicomio y no trabajando. ¿Dónde está su familia?Me tranquilizo por mi hermana, agarro valor donde lo tenía escondido y voy hacia la señora. Le pregunto si tiene algún celular escondido, ya que las dos lo dejamos en la tienda.La señora campantemente nos dice que tiene uno en el buche y que si lo quiero usar debo pagarle, ya que es una mujer de pocos recursos.¿Qué?No puede ser, esta mujer sí que tiene pelotas en vez de ovarios. Hace un momento creo que hice el comentario de los celulares, ¿por qué no se ofreció a darnos el suyo?Debido a la sensación de nerviosismo, no tengo conocimiento de sí la señora expresó su opinión.Maldición, como detesto este tipo de personas; ella es una egoísta, primero piensa
—¡Dios mío! Te lo dije, tenemos que correr —la señora está a punto de desmayarse—, te dije que él es un demonio.Mi corazón está a punto de salirse, mis pies se ha congelado y mi mirada no se aparta de la de él. ¿Quién es este tipo?Luego de unos minutos los gritos de mi hermana me hacen entrar en razón. Mi hermana está aterrorizada y todo por culpa de este imbécil.Esto no me parece gracioso.¡Maldito, dark!—¡Vamos a morir! —grita la señora.Me desespero e inmediatamente obligo a mis pies a correr, voy hacia mi hermana y así con ese enorme vestido le digo que es tiempo de desaparecer.Ella no reacciona, su mirada se ha congelado, su rostro pálido es señal de ayuda.Agarro de su mano y a como puedo la jalo al mismo tiempo gritándole que corra, que ese idiota es un maldito frustrado que solo quiere arruinar nuestra paz mental. Toda esa vestimenta de demonio solo es para aterrarnos.Atravesando la salida del vestíbulo siento una mano en mi camisa, volteo a ver y me tranquilizo, ya que
Último capítulo