—Amas caer entre mis brazos, ¿No es así, Bambi? Primero la biblioteca, ahora aquí, comienzo a creer que lo hacer a propósito —susurró él, con un tono divertido pero cargado de tensión, sus labios estaban a solo milímetros de los de ella.
—¿A propósito? Ya quisieras. Creo que eres tú quien ama sostenerme —respondió Katherine, terca su voz fue igual de baja que la de él y sus labios apenas estaban separados de los de él.
Cassian sonrió ladinamente, apretando un poco más su cintura, disfrutando del calor de su cuerpo y de la sensación de control que la cercanía le daba.
—Eso es cierto, solo que yo no lo niego —murmuró sus ojos brillando de deseo contenido.
Le gustaba esa hembra.
No por irritar a Maverik.
Le gustaba cada parte de ella, tenía algo que lo volvía loco, que lo hacía...
Katherine respiró hondo, intentando separarse, pero el movimiento era imposible sin perder el equilibrio.
Cada centímetro de distancia que lograba mantener era un combate con el calor que recorría su cue