Capítulo 19 — Una revelación y una decisión
Lyra estaba recostada sobre el pecho de Elián, trazando círculos distraídamente sobre la piel firme de su torso. El sonido de su corazón, fuerte y constante, la arrullaba, pero su mente no encontraba descanso. La confesión, la pasión y el clímax habían creado un torbellino de emociones que ahora se asentaban para dar paso a la curiosidad.
—Elián… —murmuró ella, levantando la cabeza para mirarlo. Su voz era apenas un hilo, todavía ronca por el deseo.
—Dime, preciosa —respondió él, besando suavemente su frente.
—Cuando te lo dije… cuando te dije que soy una loba… no te inmutaste. ¿Por qué? ¿Por qué no te pareció extraño? Cualquiera habría salido corriendo o, al menos, habría preguntado mil cosas.
Elián sonrió lentamente, esa sonrisa enigmática que siempre parecía saber más de lo que revelaba. La acarició con ternura el cabello, observando cómo la luz tenue del amanecer que se abría paso entre las nubes reflejaba el brillo en sus ojos.
—P