Pov Narrador
Bastian soltó a la loba al saber que ella estaba aquí, en sus tierras, a solo escasos metros de él.
Sheila cayó al suelo junto a los Alfas, tomándose el cuello y tosiendo para tratar de tomar aire.
Mara se acercó con una antorcha para iluminar su pálido rostro. Sus ojos se encontraron y ella le lanzó una manta para que se cubriera, no sin antes burlarse de lo patética que se veía.
—Llamen a la sacerdotisa, díganle que me alcance en la celda de seguridad.
Bastian tomó la antorcha que Mara le ofreció y se encaminó hacia aquel lugar.
Thorin ronroneaba en su mente, desesperado y ansioso por conocerla, verla, tocarla, marcarla, hacerla suya sin más espera.
La sacerdotisa pronto llegó a él. Solo ella y sus cuatro de confianza avanzaban hasta el lugar donde se podía escuchar una algarabía.
La loba había sido encerrada, pero la puerta nunca logró ser trancada y ahora trataban de contenerla adentro.
Sin importar que varios de sus compañeros aún lucharan por mantener sus vidas.
—Nu