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Leah:

Un mes y medio después. 

¿Me había recuperado? 

Buena pregunta. 

La respuesta es confusa, por que no se como me siento justo ahora. 

Después de la pérdida, regrese a casa de mis padres, vivo justo ahora con ellos, mi hermana y Roxanne. Logre recuperarme pero no del todo. 

Estuve por dos semanas pensando y creyendo que había sido mi culpa el que Zack me haya sido infiel, por muchos días me lo creí y pensé que no sería lo suficiente para mantener un hogar. Luego mi mamá me dio a entender de que no era mi culpa la traición de Zack y es cierto, yo hice todo lo que estaba en mis manos para mantener a mi hogar lo mas estable posible. 

Me había enamorado de un hombre que creí perfecto, un buen esposo y un buen padre, estaba cegada por el amor que no vi mas allá, no me fije en la persona que era Zack, porque el mismo me pinto un mundo de fantasía donde jamás tuvimos algún problema o alguna diferencia, para mi y los ojos de los demás, Zack era el hombre perfecto. 

Aunque para mi es dificil, sigo amando a Zack, no es fácil para mi dejar de amarlo de la noche a la mañana, fueron diez años juntos, cinco de casados y una hija en común. Es mas que obvio que dejarlo de querer de la noche a la mañana. 

Quizá eso sea lo mejor, dejar de amarlo para dejar de hacerme tanto daño. 

No merece que lo siga amando y esperando que llegara a tocar la puerta a pedirme perdón por lo que había hecho. Pero se que no puedo permitir que regrese a mi, mi dignidad vale demasiado. 

Terminé de arreglarme el vestido negro que usare para ir hacia el juzgado a firmar los papeles del divorcio. 

Si, hoy me divorciaba de Zack. 

A los cinco días de haberme enterado de su infidelidad, el mismo me envió los papeles del divorcio, Fernando se ofreció en ayudarme para asesorarme. No quiero quedarme con nada de que venga de el, ya que el fue el único que cubrió los gastos mientras estuvimos casados. Lo unico que quiero de el es que se haga cargo de los gastos de Roxanne, nada más. 

No quiero pelear por nada, por que nada de lo que tiene, me pertenece, no quiero su dinero, solo quiero mi libertad y empezar de cero. 

Me puse los zapatos algos y solté mi cabello tome mi bolso. 

—¿Vas a salir mami? 

—Si mi amor, hare unas cosas y después regresaré. 

—Bien —estaba sobre la cama jugando con sus peluches— ¿cuando nos iremos a casa? Extraño a mi papá. 

Aún no le he explicado a Roxanne que me he separado de su papá ¿como se lo digo? Solo tiene cuatro años. 

Además de que el imbécil no ha venido a verla desde que nos separamos y tampoco ha llamado. 

—No lo se mi amor, pero cuando llegue mas tarde, hablaremos de algo importante. 

—Esta bien —sonrio y yo le di un beso en la mejilla haciéndola reír— me haces cosquillas mami. 

—Tienes que reirte un poco mi amor —me rei un poco— me voy, portate bien con la abuela. 

—Siempre lo hago mami. 

Deje otro beso en la frente de Roxanne y salí de la habitación. Baje hasta la sala donde me esperaba Samara quien hablaba por teléfono. 

—Claro que si señor Cavalli, estare alla mañana, que tenga buen dia —colgó, luego soltó un suspiro y me miró— que sexy y hermoso vestido de la venganza. 

—No digas tonterias, es solo un vestido. 

—Tienes que demostrarle al imbécil ese de lo que se pierde. tienes que verte como una Diosa hermana, mejor vamonos —asenti. 

Me despedí de mis padres y ambas salimos de la casa, subimos al auto y Samara empezó a conducir hacia el juzgado. 

—¿Pensaste sobre la propuesta?

—No lo se Samara, no se si tenga ánimos para trabajar.. —miré por la ventana. 

—Pero Leah, tienes que hacerlo, desde que saliste del hospital no has salido de casa, estás pálida y has perdido peso... No quiero que caigas en depresión. Esta oportunidad es una en un millón, es perfecta para que empieces desde cero.. Mamá puede cuidar de Roxanne muy bien y lo sabes. 

—Lo pensaré. 

—Piensalo hoy, porque mañana es el ultimo dia, el dueño del restaurante te necesita, la inauguración es en tres días y le falta una administradora y gerente. 

Solo asentí, la verdad es que no deseo hacer nada más que dormir, mi mente se ha sentido demasiado cansada y detesto sentirme asi. Hasta hace un mes y medio estaba bien, ahora estoy a punto de divorciarme. 

Habíamos llegado media hora después al juzgado, Fernando nos esperaba en la entrada. Bajamos del auto y fuimos hasta el. Nos dijo que entraramos así que lo hicimos. 

—Lo único que debes hacer es firmar, solo eso —el iba mirando los papeles— ya tengo las condiciones que tiene que cumplir Zack. 

Caminamos por un largo pasillo, mis manos empezaron a sudar de los nervios. No quería hacer esto, no quería divorciarme. 

Fernando abrió la puerta de una oficina, dentro de la misma estaba el, un nudo en mi garganta se formó al verlo besar a su amante. 

—No tienes vergüenza —escuche a mi hermana y ellos se separaron. 

Sus ojos conectaron con los míos, quería ver si había algo en ellos, quería buscar la mirada que me había enamorado, la mirada que me dio cuando nos casamos, cuando nació nuestra hija. 

En cambio recibí una mirada fría, llena de hostilidad que hizo romper mi corazón en miles de pedazos. 

Me trague el enorme nudo en mi garganta y me sente frente a el, Samara estaba a mi lado, los abogados se saludaron y empezaron a sacar los papeles. Mi vista se fue a la rubia que parecía garrapata encima de Zack, me parece irónico que el permita eso, las demostraciones en público nunca fueron de su agrado, pero en fin, las personas jamás serán lo que aparentan. 

Ella le tomó el mentón e hizo que lo mirara, no lo hizo para darme celos, lo hizo para mostrar el enorme anillo de compromiso en su dedo. 

¿Puede ponerse peor? 

—Bien, empezaremos con las condiciones de mi clienta —dijo Fernando— Leah Mckinnon, no desea alguna propiedad de su parte señor Gómez, tampoco desea la mitad de su dinero, su única condición fue darle una manutención de mil dólares a la semana para la hija que tienen en común, al igual que podrá visitarla los fines de semana en casa de mi clienta. 

—¿Mil dólares? —el soltó una risa— eso es demasiado Leah. 

—Es lo justo Zack —respondí con calma—, tienes el dinero suficiente para mantener a nuestra hija, agradece que no te estoy demandando por infidelidad, que estoy haciendo esto con toda la calma del mundo, porque puedo quitarte la mitad de lo que tienes en un solo movimiento. 

—No pensé que fueses así Leah. 

—Yo tampoco creí que me serías infiel con esta mujer —la señalé— y mira, aquí estamos. 

La mujer no dejaba de mirarme con odio. 

—Solo acepta las condiciones, te estoy dejando la casa, el auto, los electrodomésticos, todo lo que compraste con tu dinero, porque no quiero nada que venga de ti. Lo único que espero es que cumplas con la manutención de Roxanne y las visitas. 

—Tiene que ser en mi casa. 

—No Zack, olvídalo, no pienso dejar que mi hija vea la relacion que tienes, al menos no por ahora, además de que no puedo permitir que esa mujer esté cerca de mi hija. 

—¿Que estas insinuando estupida?

—Solo estoy buscando la seguridad de mi hija señorita Agnes, no la conozco, tampoco me interesa conocerla, además de que su opinión, esta de mas, es algo nuestro —me señalé y luego a Zack— asi que no te metas. 

Me odia, se quedó con todo lo que tenía, pero no pienso dejar que mi hija conviva con esa mujer por nada del mundo. 

—Pueden firmar si están de acuerdo —el abogado de Zack dejo el papel sobre la mesa.

Tome el papel y el bolígrafo, firme sin pensarlo dos veces. Luego el lo hizo sin titubear. 

—Eso seria todo, oficialmente están divorciados. 

Divorciados. 

Que palabra tan horrible. 

—¿Podemos hablar? Solo sera un momento. 

—Esta bien. 

Me puse de pie y ambos salimos de la oficina. 

—¿Que quieres? —preguntó. 

—¿Por que no has ido a ver a Roxanne? Todos los días me pregunta por ti y ya no se que decirle. 

—He estado de viaje por trabajo Leah, últimamente he estado ocupado por el trabajo, cuando tenga tiempo, iré a verla. 

—Bien, pero al menos llámala antes de dormir. 

—Si, si —se estaba por ir.

—Otra cosa —detuvo su andar— hace un mes estuve en el hospital, sucedio algo de lo que debes enterarte. 

—Leah, ya estamos separados, lo que tenga que ver el uno con el otro ya no debería importar, adios. 

Duele y mucho.

Desde ya tenía que aprender a lidiar con esto. Se que no la tendré fácil con Zack, pero todo sea por el bien de Roxanne. 

Samara y Fernando salieron, es un alivio por que no quiero seguir mas en este lugar. 

Ya le había dado fin a mi unión con Zack, diez años de relacion, diez años de esfuerzos, de amor, de amistad, de confidencia, nuestro hogar y nuestro futuro. 

El que era el amor de mi vida, se estaba yendo de la mano con una mujer que no era yo.

(...) 

Termine de ayudar a mamá con la cena, había pasado toda la tarde con Roxanne viendo películas, Samara me estaba invitando a ir a un bar pero sinceramente no estaba de humor para esas cosas. Quería dormir nada mas. 

—Mami ¿cuando nos vamos con papá? 

Cerré los ojos con fuerza, tenía que explicarle. 

—Ven aqui mi amor —la tome en mis brazos y la senté en la silla de la cocina—, nosotras no regresaremos mas con tu papá. 

—¿No? ¿Porque?

—Es que tu papá y yo decidimos que ya no estaremos juntos. 

—¿No viviremos mas con el? —negué— no quiero vivir sin papá —empezó a llorar. 

La abracé, mamá me miraba con pena. No sabía como lidiar con esto sola. ¿Como le explico que esto sera así a partir de ahora?

—No llores mi amor —le limpie las lagrimas— tu papá y yo somos amigos, nos llevamos bien pero ahora tenemos que estar separados para estar bien. 

—Tu has estado triste, ¿es por eso? ¿Porque mi papá ya no te quiere?

—No digas eso mi amor, tu papá y yo nos queremos, solo que ahora como amigos. Estar separados nos hará bien. 

—¿En serio? —asentí— ¿Ya no lloraras?

—No lo hare si tu no lo haces —ella se limpió la nariz con la manga de su suéter.

—No llorare mas mami, yo quiero que estes bien y mi papá también. 

—Eres muy valiente mi amor —le besé la mejilla— ve a lavarte la cara para que cenemos ¿si?

La baje de la silla y se fue corriendo hacia el baño junto con Samara. 

—Lo hiciste bien linda —mama acarició mi espalda— Roxanne es lista y a medida que pase el tiempo lo ira entendiendo.

—Eso espero mamá, espero estar haciendo bien las cosas. 

Tomé mi teléfono para llamar a Zack pero me salia que no estaba disponible, el idiota cambio de número. Marque al de la casa y tampoco contestaba. Tiene que hablar con Roxanne sobre lo que esta pasando y calmarla un poco. 

—No contesta —deje el teléfono sobre la mesa. 

Samara venía con Roxanne. Por ella es quien debo ser fuerte, no puedo derrumbarme por nada del mundo. 

—Samara, acepto el trabajo. 

—¡Si! —empezó a bailar con Roxanne— ya mismo llamo al señor Cavalli, se va a poner contento con la noticia, vamos nena, hagamos esa llamada. 

—¿Crees que hice bien en aceptar el trabajo mamá?

—Claro que si linda, es una oportunidad que te abrirá las puertas, no has trabajado desde que te graduaste, con esto tomaras una buena experiencia. 

—Eso espero mamá. 

(...)

Al dia siguiente.

Justo ahora iba hacia el restaurante donde el señor Marcelo Cavalli me haría la entrevista. No iba a mentir, estaba nerviosa hasta los huesos, pero debía mantener la calma para poder dar una buena impresión. 

Al llegar, ingrese al lugar, quede fascinada con la decoración. Vaya que Samara sabe hacer bien su trabajo. Las luces, las mesas y sillas, la barra, todo parece un bosque literalmente. El piso era de mármol negro y las luces les daba el toque fresco y moderno. El balcón es un toque delicado y hermoso. 

Lo que mas me gusto es que en las paredes habían fotos de todas las ciudades de Europa, esto es precioso. Mis pies me llevaron hacia el enorme reconocimiento en la pared. Habían dos estrellas Michelin en la pared con un reconocimiento al nombre de Marcelo Cavalli. 

El que tenga al menos una de esas, debe ser alguien realmente importante, ya que destaca en lo mejor de lo mejor de la cocina en el mundo. 

 —Buenos días. 

Voltee hacia la voz masculina. 

Un hombre alto, de cabellos castaños, piel algo tostada, contextura gruesa y de ojos azules. 

—¿Es la señorita Mckinnon? —tiene el acento italiano muy marcado. 

—Si, soy yo —extendí mi mano hacia el. 

El le dio un apretón leve y sonrió. Tiene una sonrisa bastante perfecta a mi parecer. 

—Un placer conocerla, Marcelo Cavalli para servirle. Bienvenida al Palace, por favor sígame. 

Fue hacia un pasillo que conectaba con lo que creo que es la cocina, no podía dejar de mirarle la espalda, jamas habia visto a un hombre tan alto y de esa contextura tan varonil. 

Puedo decir que tiene buen gusto ya que le luce bien la camisa negra que trae puesta junto con ese pantalón del mismo color, además del perfume de Hugo Boss que traía, que hombre tan elegante. 

Y yo usando perfume de bebés. 

Abrió la puerta y me dio el pase a su oficina, esta era algo elegante, demasiado para mi gusto. 

—Siéntese por favor —me senté en la silla frente a su escritorio— ¿Me permite ver su hoja de vida? 

Asentí, le entregue la hoja de vida, sacó sus anteojos de lectura y empezó a leer el papel. 

—Aquí dice que se graduó en una buena universidad y con honores —se quitó los lentes— pero no tiene nada de experiencia, para lo impresionante que es su hoja de vida, la experiencia esta en blanco ¿puedo saber por que? 

—Tengo una pequeña de cuatro años y debido a que tuve que cuidarle durante ese lapso de tiempo, no tuve el tiempo para trabajar. 

—Oh, es muy joven para ser madre, lo siento, me disculpo si fui imprudente —sonrió un poco. 

—No se preocupe. 

—Bien, verá, estoy necesitando una administradora al igual que un gerente, soy honesto, con los papeles y números soy pésimo —parecía aturdido—, necesito a alguien capaz que se encargue de los balances, finanzas, proveedores y toda la cosa. Ya que yo estaré en la cocina a tiempo completo —volvió a ojear mi hoja de vida— le daré la oportunidad si usted se siente en las capacidades de hacerlo. 

—Claro que si señor Cavalli, tengo ganas de trabajar y de antemano gracias por la oportunidad que me esta dando. 

—Voy a confiar en usted, por que si su trabajo es igual de bueno que el de su hermana, estaré satisfecho con mi decisión. 

—Gracias, ¿cuando empiezo?

—En tres días haré la inauguración del Palace, justo ahora estoy preparando los menús —saco algo de su escritorio, era una invitación, el me animó a recibirla así que lo hice— es una invitación exclusiva, ya que usted sera mi gerente debe estar presente, puede invitar a las personas que desee —sonrió. 

¿No le dolerá la cara de tanto sonreír?

—Por cierto, casi se me olvida, este es el contrato —me dio la hoja— puede leerlo con calma y después firmarlo. 

Empecé a leerlo, luego el se puso de pie a atender su teléfono ya que no paraba de sonar. 

—Tra due giorni sarà la Nonna, mi sarebbe piaciuto averti qui così potevi vedere il ristorante (En dos dias sera nonna, me hubiera gustado tenerte aquí para que vieras el restaurante) —sonreía— Ti amo anch'io, ti chiamo domani alla stessa ora, saluti alla mamma (yo tambien te amo, te llamaré mañana a la misma hora, saludos a mamá) 

Seguramente es su esposa o novia, por la forma en que hablaba. 

Era la primera vez que escuchaba a alguien hablar en italiano, no pensé que el acento fuese tan particularmente atractivo. Elegante y fino. 

—¿Todo en orden? —salí de mis pensamientos. 

—Si, ya esta listo todo, si me permite un bolígrafo —extendí mi mano, el me dio el bolígrafo y firme el contrato, todo estaba en orden. 

—Oficialmente es mi gerente, eso me alivia mucho, le prometo que no le dare muchos problemas. 

—Es el dueño, no creo que cause problemas. 

—Oh créame señorita Mckinnon, soy un completo desastre en cuestiones de números —aun no dejaba de sonreír— pero para eso esta usted aqui, en el buen sentido, siento que podremos hacer un gran equipo. 

Vaya entusiasmo tiene. 

Jamas habia visto a una persona tan entusiasta como el. 

Lo único que debo hacer es mi trabajo, nada más. 

—Le daré el recorrido si lo desea —se puso de pie—, tiene que conocer las instalaciones y saber mas o menos como funciona todo ¿que dice?

No sabia si aceptar.. Pero seria de ayuda asi no estare tan perdida cuando empiece en tres días. 

—Claro señor Cavalli. 

—Bien —abrió la puerta de la oficina—, después de usted.

Tanta amabilidad me sorprende, pero esta bien que sea alguien caballeroso, de esos quedan pocos. 

Esta es una nueva oportunidad de empezar desde cero. Con lo que gane aquí podré comprar o alquilar un pequeño departamento para mi y Roxanne vivo bien con mamá pero me gusta ser independiente. Estoy tranquila de poder trabajar y ejercer como se debe mi carrera. 

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