Leah:
Mes y medio después..
Hoy era la cena de aniversario, mi hermana estaba ayudándome con los últimos detalles sobre la cena, llamé a la madre de Zack para decirle que la invitaba a cenar y que trajera su otro hijo, fue un poco difícil convencerla pero al final accedió.
—Zack amor, en dos días tenemos que ir a la escuela para la Reunión de padres.
—Lo siento Leah pero no podre ir —se estaba arreglando el saco— tengo que viajar a Boston.
—¿Que? Pero no me lo habías dicho.. —fruncí el ceño.
—Lo estoy haciendo ahora Leah.. He estado saturado de trabajo, se me paso.
—Esta bien, no te preocupes.
Me acerque a el y lo abrace por detras.
—Debo irme —se soltó de mi—, no me esperes para cenar.
Tomo su maletín y salió de la casa. No entiendo el cambio tan repentino que ha tenido este ultimo mes, llega tarde a casa, sale los fines de semana a reunirse con sus socios y yo me quedo en casa.
No quiero hacerle preguntas, porque se que se molestará. Ha estado trabajando hasta tarde, incluso cuando llega a casa se encierra en su despacho a seguir trabajando, ni siquiera me doy cuenta cuando se acuesta conmigo.
Ya ni siquiera tenemos sexo.
Pero hoy planeo hacer una noche inolvidable para ambos. Nos hemos estado dejando llevar por la rutina y hoy eso tiene que cambiar.
Ya aliste el regalo, es la ecografía de nuestro bebé, estoy segura de que lo amará.
—Bien mi amor, iremos a casa de la abuela —la bajé de la silla— ve por tu mochila.
Lavé los platos y las tazas, suspire al ver que Zack nisiquiera toco la comida, me ha dicho que ha estado perdiendo el apetito, me causa molestia que este de ese modo.
Desde hace una semana empezó a preocuparse por el dinero, no lo entiendo, ¿para que ganar mas dinero? Si con lo que tenemos es más que suficiente para vivir los tres. Quizá le moleste la idea de que yo no trabaje, que se yo.
No quiero pensar en esas cosas, no quiero pensar que estoy empezando a ser una carga para el, ahora mas que tendremos otro bebé.
Recogí lo demás, también el saco que Zack dejó anoche en la sala, del mismo, cayó un papel, cuando lo recogí me di cuenta que era una factura.
—¿Reservación en el Hotel Madison? —fruncí el ceño— una suite con servicios incluidos.. ¿Sera? —sonreí con emoción.
Sabía que no pudo haberse olvidado nuestro aniversario. Mejor dejo la factura en su saco y haré como si no hubiese visto nada, no quisiera arruinar la sorpresa que tiene para mi.
—Estoy lista mami.
—Bien mi amor, déjame dejar esto aquí y nos vamos —ella asintió.
(...)
En la noche.
Terminé de arreglarme el vestido que compre, por suerte aún no se me notaba la panza y el no sospecharía. Me puse el labial y luego perfume, tome mi bolso y salí de mi antigua habitación. Me iría con Samara y Roxanne al restaurante, mis padres estaban allá esperándonos.
—Mami estas muy bonita.
—Tu estas mas bonita mi cielo.
—Si ya estas lista, vámonos.
Ella tomó las llaves de mi auto y salimos de la casa de mis padres para irnos al restaurante, todos deben estar por llegar, el plan sería este, dejar a los invitados en el restaurante ya con comida y bebidas, luego yo conduciría hacia el trabajo de Zack para traerlo con los ojos vendados y así darle la sorpresa.
—¿Tienes la venda?
—Aquí la tengo —sonreí— aun es temprano así que me dará tiempo de saludar a todos e ir por Zack.
Al llegar al restaurante, saludamos a la gerente y ella nos llevó hacia la enorme mesa donde estaban todos reunidos, incluyendo a la familia de Zack y su mejor amigo.
—Gracias por venir —salude a mi cuñado Fernando— ¿Y Sandra?
—Sandra ha estado indispuesta con eso del embarazo, solo vine a quedarme un poco, ella me necesita —el sonrió.
—La entiendo, cargar con un embarazo no debe ser sencillo.
Fernando es todo lo opuesto a Zack, carismático, dulce, familiar y bastante receloso con su esposa, a diferencia de Zack, Fernando no deja que su madre se meta en su familia y opine al respecto, Zack no lo hace por que la respeta demasiado y siente que le debe lo que tiene.
Es ridículo..
—Señora Lucinda, que bueno que pudo venir —le di mi mejor sonrisa.
—Todo sea por mi hijo querida, no soy amante de estos restaurantes —miró todo el lugar— ¿Porque viniste sola? Tu deber es haber venido con mi hijo.
—Lo que organice hoy es una sorpresa para Zack por nuestro aniversario, por eso no esta aquí.
Vieja ridicula.
—No es el momento mamá —le dijo en español, puedo entenderlo perfectamente— se mas amable con tu nuera.
—Ni que fuera la gran cosa.
Decidí dejarlos solo e ir a saludar a Miguel. Este hombre es detestable, pero es el mejor amigo de Zack asi que tengo que soportarlo.
—¡Vaya! ¿Eres Leah? —me miró de arriba a abajo— no te reconocí —soltó una risa—, como todo el tiempo andas en modo ama de casa, no creí que te verias asi con ese vestido, estas bonita.
—Gracias Miguel —me dirigí a mis padres— bien, ya ordene comida para adelantar un poco —miré a todos— gracias por venir a esta cena para celebrar mis cinco años de matrimonio y diez de relacion, en serio gracias. Tendré que dejarlos por un momento mientras voy por Zack.
Les indique a todos donde debían sentarse y deje una silla vacía en la cabecera de la mesa para Zack.
—No puede ser cariño, he querido comer en este restaurante desde hace mucho —fruncí el ceño, conozco esa voz.
—Lo que sea para mi diamante.
Esa voz..
No..
Como estaba de espaldas, voltee hacia aquella voz, la copa con jugo que tenía en la mano se había caído logrando romperse, así como mi corazón al ver a Zack darle un beso a su secretaria.
Su vestido es igual que el mio.
—Dios mío hermana ¿estas bien? —Samara se acercó a mi, ella miró hacia donde yo lo hacia— me tienen que estar jodiendo.
—Zack —mi voz salió firme, el volteo y su sonrisa se esfumó, yo sentí las lagrimas acumularse en mis ojos.
—Leah —palideció al verme.
Mis pies se movieron por si solos, me acerqué a el para estamparle una buena y fuerte bofetada haciendo que el lugar quedara en completo silencio.
—¿Como pudiste?
—Leah yo..
Volví a la mesa, tome mi bolso y a Roxanne en mis brazos para salir del lugar a toda prisa, ignore por completo los gritos dentro del restaurante.
—¡Leah, espera! —mi hermana llegó hasta mi— dame las llaves, así no puedes conducir, estas muy alterada.
Mis manos estaban temblando, no tuve más remedio que darle las llaves. Mi madre tambien venia hacia el auto y mi padre se subió al de ellos.
El camino estuvo en silencio hasta llegar a la casa, yo entre a la misma y subi a la habitacion de Roxanne para recoger sus cosas en las maletas, luego fui a la mía y tome lo necesario junto con mis documentos personales y algo de mi propio dinero. Luego baje hasta la sala donde estaba mi mamá con Roxanne en sus brazos.
—Mamá, llevate a Roxanne por favor —le di las maletas— llegaré a casa en un momento, necesito solucionar esto y ella no debe estar presente.
—Claro cariño —acarició mi brazo, mientras me miraba con pena— tómalo con calma.
—Lo haré, lo prometo.
Me agaché a la altura de Roxanne, ella sostenía ese peluche con fuerza.
—Te iras con la abuela Martha ¿está bien? —ella asintió—, portate bien y haces caso a lo que ella diga.
—Si mami —deje un beso en su frente y les abrí la puerta, mi hermana estaba terminando de subir mis maletas al auto de papá, luego ellas subieron y se marcharon.
Cerré la puerta con fuerza queriendo romper los vidrios de la misma, estaba tan molesta y dolida con todo esto que estaba pasando con Zack.
Subí a nues.. A la habitación y me quedé de pie en el umbral, no pude evitar sollozar con fuerza al recordar todos los años de matrimonio, todas las promesas de un "Juntos para siempre", todo eso se fue a la basura.
Me limpie las lágrimas al escuchar la puerta ser abierta y cerrada, era el.
Bajé hasta la sala y ahí estaba Zack, quitándose el maldito saco, ni siquiera se atrevía a mirarme a los ojos. Es un cobarde.
—Feliz aniversario número diez querido —tomé el florero y lo lance al suelo haciéndolo pedazos.
—Leah, calmate.
—¿Que me calme, dices? ¿Quieres que me calme Zack?
—Escuchame.. Iba a decírtelo y —no lo deje terminar por la bofetada que le di.
—¿Que ibas a decirme Zack? ¿Que tenías una amante? ¿Que era tu secretaria? ¿Eso ibas a decirme?
—Las cosas no pasaron así Leah.
—Entonces dime cómo pasaron, quiero oírte.
—No es el momento..
—Por el amor de Dios Zack ¡Es el maldito momento! —le grite—, me viste la cara durante un buen tiempo.. No lo entiendo —sentí mis ojos empañarse—, yo te lo di todo, mi juventud, mi vida, todo.. No merezco que me hayas pagado de esa manera.
—Las cosas pasaron asi ¿bien? —empezó a caminar de un lado a otro— luche para no enamorarme de Agnes pero así sucedió y lo lamento ¿si? No pude evitarlo.
—¡Si pudiste evitarlo maldita sea! ¡Tenias que pensar en mi!, ¡En los años que estuvimos juntos!, ¡Nuestro hogar, nuestra hija! Responde ¿Que es lo que ella tiene que no tengo yo?
—Ella no tiene esto —señaló mi cuerpo— es hermosa y despampanante, elegante y tu no lo tienes —le volví a dar otra bofetada.
—¿Es eso entonces? ¿Un maldito cuerpo? ¿Eso es lo que vale para ti? ¿Tener curvas? —me rei— me das asco Zack.. Te recuerdo, esposo mío, que tuve una hija, mi cuerpo cambio, me la paso en casa tratando de ser la esposa perfecta para ti porque así lo deseaba tu madre, deje mi carrera para dedicarme al hogar, a nuestra hija y a ti.. Ahora entiendo por que desde hace dos meses me esquivabas para no tocarme —mi llanto salió de nuevo— acabas de tirar a la basura diez años de relacion y cinco de matrimonio, bien hecho Zack, bien hecho.
—Dejé de amarte Leah, deberías entenderlo desde ya.
—Claro, lo entiendo, creeme que lo entiendo —saque los anillos de mi dedo y los deje sobre la mesa— quédate con la casa, las cosas, todo, ya no lo necesito, en unos días te llegarán los papeles del divorcio, hasta entonces no verás a Roxanne.
—Haz lo que quieras Leah.
Vaya, ni siquiera le importa nuestra hija. Que idiota.
Abrí la puerta de la casa y entre a mi auto. Trate de controlar mi llanto pero era imposible, aun tenia la imagen de Zack con su secretaria en mi mente, ya estaba hecho, mi matrimonio se había acabado. Todo se había terminado y lo peor es que dentro de mi, llevo a mi bebé, mi segundo bebé.
(...)
Al día siguiente.
Mis ojos se abrieron de forma pesada, mi cabeza dolía como el demonio al igual que mi garganta, como pude me senté en la cama y mire a mi lado a Roxanne quien dormía plácidamente abrazando a su peluche.
Con mucha pesadez baje de la cama para ir al baño, solloce al verme al espejo, mis ojos hinchados, mi nariz roja, era la clara señal de lo mucho que había llorado anoche.
Aun mi mente no lo procesaba, no lo asimilaba.
¿Que fue lo que hice mal? ¿Porque? Si nosotros estábamos bien, éramos felices, nos amábamos ¿que m****a salio mal?
Recogí mi cabello y me lave el rostro como pude. Sali del baño para ir hacia la cocina, mi mamá estaba preparando el desayuno.
—Mi niña —papá fue el primero en darse cuenta de mi presencia— siéntate, mamá hizo panqueques.
—No tengo hambre —murmuré con un nudo en la garganta—, solo quiero un te, quiza eso me haga sentir bien.
—Claro que si mi amor, te hare un te —dijo mamá.
No tenia animos de nada, solo quería llorar, solo eso. No se como se sentirme ahora, tenia tantos sentimientos encontrados, que no sabia que hacer.
Justo ahora odiaba mi vida. Odiaba todo.
—Erick, ve a la panadería —mamá le dio un billete— trae alfajores y pan dulce, eso la hara sentir mejor.
—Claro.
Mamá siempre me compraba alfajores, no es muy buena con la repostería así que prefiere comprarlos para que yo me sienta bien.
Me senté en la sala, no pude evitar llorar de nuevo, recordar lo que sucedió anoche y de como mi matrimonio se desmoronó en un segundo, diez años de relacion directo a la basura.
—Ya mi amor —me aferré a mi madre, ella acarició con suavidad mi cabello— tienes que calmarte un poco, recuerda que estas embarazada y eso te hace daño.
—¿Como me calmo mamá? Si me duele lo que me hizo Zack, dime —me separe de ella— ¿que hice mal mamá? ¿Que hice mal para que el me hiciera esto?
—Tu no hiciste nada malo Leah, tienes que entenderlo desde ya. El que falló fue el, no tu.. Lo que hizo fue denigrante y perverso, el mismo se hundió.
—Hubieras escuchado sus palabras, aun las tengo grabadas en mi mente —cerré los ojos con fuerza— decidio dejarme porque ella es mas hermosa que yo —me puse de pie—, mas elegante, mas fina, el mismo me lo dijo... Me hizo sentir que la culpable era yo.
—Sabes muy bien que no lo eres Leah, eres hermosa e inteligente, eres una buena madre y fuiste buena esposa.. Es el que tiene la culpa, no tu.
¿Como le hago entender eso a mi cerebro y corazón? ¿Como? ¿Como le explico a mi hija todo esto?
—Ni siquiera pensó en nuestra hija —sollocé— Dios mío, esto es demasiado para mi mamá. Las veces que llegaba tarde, los fines de semana que no estaba en casa, el dinero que faltaba y que el buscaba como loco... ¿Como no me di cuenta antes? Soy una estupida.
—Estabas enamorada y confiabas en el —Samara apareció en la sala— es un bastardo que merece una patada en los huevos, claro si es que los tiene.
—Samara por favor.
—Es la verdad mamá, Leah se dedico a ser ama de casa durante cinco años, cinco —levantó la palma de su mano— entre Roxanne, cuidar a ese imbécil, mantener la casa impecable y la cena caliente.. Dejo su trabajo ¿como le pagó? Acostándose con su secretaria, que se nota que es una interesada e hipócrita.
Samara tiene razón.
—Esa mujer había ido a la casa de Leah hace dos dias, yo te lo dije mamá, esa mujer no me inspiraba confianza, vaya que no me equivoque.
Es cierto, había ido a mi casa hace dos días, yo la invite a pasar y me hizo muchos halagos diciendome que tenia una hermosa familia, habló con mi hija y se porto de lo mas amable conmigo. Que tonta, deje entrar al enemigo a mi casa, lo peor es que tambien dormia con uno de ellos.
—Leah —Samara se acercó a mi— mamá esta sangrando..
Miré mi pijama, mi entrepierna estaba sangrando.
No..
No..
(...)
Miraba por la ventana de la habitación, ya era de noche.
Pasó lo que tanto temía. Había perdido a mi bebé, la doctora dijo que fue por estar bajo demasiada presión, hasta eso me quitó ese imbécil.
—Quiero irme a casa mamá.
—Mañana te darán el alta mi niña, tranquila que estarás bien.
Que mentira tan grande acaba de decirme.
Claro que no estaría bien. Mi vida pasó de felicidad a completa tristeza. ¿Como me recuperaría después de esto? No lo sabía.
—Buenas noches —Fernando y Sandra habían entrado a la habitación— Leah, me acabo de enterar, lo siento mucho.
—Lamento tu perdida querida —ella tomó mi mano— tienen que saber que cuentan con nosotros para lo que sea.
—Gracias —dijo mamá.
—Mamá ¿me dejas sola un momento con Fernando? —ella asintió, luego salió de la habitación con Sandra— lamento lo de anoche.
—¿Porque te disculpas? —se sentó a mi lado— aquí el que tiene que pedir perdón es Zack, no puedo creer lo que hizo, me ha decepcionado.
—¿No lo sabías?
—Por supuesto que no ¿por quién me tomas Leah? Te conozco desde la escuela, te casaste con mi hermano y me diste a mi primera sobrina, te aprecio, si lo hubiese sabido, iría a decirtelo, sabes que esas cosas no van conmigo.
—Lo siento Fernando —suspiré— pero ya no se que pensar.
—Yo me alegro que te hayas enterado, así no sigues viviendo una mentira, lo que mi hermano te hizo no tiene nombre —bajó la cabeza— mi padre estaría decepcionado, lo que mas me sorprende es que mi madre si lo sabia.
—¿Que? ¿E.. Ella lo sabía?
—Si —mascullo molesto— dentro del restaurante, de solo ver su expresión, tan contenta con la situación me dejó mas que claro que lo sabía, luego ella misma me lo confirmó.
Que patetica me siento ahora.
—Vine también a decirte que cuentes conmigo como abogado, yo mismo te voy a divorciar de Zack y haré que pague una buena indemnizacion por esto.
—Gracias Fernando, en serio gracias. Solo quiero que se haga responsable de Roxanne, por que de el no quiero nada.
—No te preocupes, cuando te sientas lista, sabes donde encontrarme —se puso de pie— de nuevo lamento lo que pasó, y pase lo que pase, tu y Roxanne seguirán siendo mi familia.
—Gracias —me dio un abrazo.
—Estarás bien fosforito —me sonrió— estarás bien.
Lo dudo, realmente lo dudo.
Pase años creyendo que me amaba, que me iba a dar el lugar que me merecia, que me seria fiel hasta nuestro ultimo respiro. Pero no fue así..
Me queda mas que claro que jamás vamos a terminar de conocer a las personas por mas años que pasen a nuestro lado.
No se si vaya a estar bien de aquí en adelante, no se como vaya a ser mi vida despues que salga de aqui, lo unico que se es que tengo una poderosa razón para continuar, que es mi pequeña Roxanne.