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Leah: 

17 años.

Mis amigas me llevaban a rastras hacia la salida, no podía parar de reírme por que no sabía que estaba por suceder. Al estar en la salida del colegio, el estaba ahí. Zack.

Todos se habían quedado callados y el lucía muy nervioso.

—Bien —juntó sus manos— Leah, ya hemos salido dos veces, no puedo negar que me gustas mucho y no hay nadie más que quiera en este mundo que estar contigo.

Sonreí sin poder evitarlo.

—¿Quieres ser mi novia?

—Ven aquí —se acercó hasta estar cerca de mi— ¿era necesario hacerlo así? —le susurré— es vergonzoso Zack.

—No me importa hacer el ridículo con tal de que me aceptes Leah, quiero que seas mi novia.

Le tome de las mejillas y le di un beso.

—¿Es un si? —asentí— ¡si! —me tomó de la cintura y me alzó para abrazarme.

Había esperado este momento por varias semanas, al fin me había pedido ser su novia.

22 Años.

Hoy estábamos todos reunidos, era nuestro quinto aniversario como novios. Estos últimos cinco años han sido los mejores de mi vida.

Hemos viajado, compartido, compramos nuestro pequeño departamento. Estamos a punto de graduarnos de la universidad, todo es perfecto, amo demasiado a Zack.

—Quiero agradecer a todos nuestros amigos, familia y conocidos por estar presente en nuestro quinto aniversario y mi graduación —Zack me tomo de la cintura y me pegó a él con suavidad— y por supuesto agradecer a la mujer que ha estado a mi lado estos últimos cinco años, mi amada Leah.

Todos aplaudieron en el bar.

—Por eso cariño —se apartó un poco de mi—, no me quiero imaginar una vida sin ti a mi lado —se arrodilló y sacó una caja azul— Leah Mckinnon, ¿quieres ser mi esposa?

—Zack —susurré, mis ojos se empañaron al verlo de rodillas— claro que acepto cariño.

No esperaba que hiciera esto tan pronto, pero nada me haría más feliz que ser su esposa.

23 años.

Caminaba de un lado a otro en el baño de mi habitación esperando que pasara el tiempo suficiente para mirar la prueba de embarazo sobre el lavamanos.

Zack y yo a penas tenemos un año de casados, es demasiado pronto para tener un bebé.

Tomo el valor para mirarla, Dios, positivo.

Sin poderlo evitar mis ojos se empañan, no sabía si era de felicidad o de miedo. Justo hora no se que hacer.

—¿Linda? —lo escuché tocar la puerta— ¿estás bien?

Tome la prueba en mis manos y abrí la puerta, lo primero que hice fue ponerla en sus manos, Zack la miró sin entender, hasta que la observó con más detalle.

—Estas embarazada —su sonrisa era enorme— vamos a tener un bebé Leah... ¿Porque lloras?

—Aún me queda un año para terminar la carrera Zack, un bebé ahora sería complicado.

—Hey linda —tomó mis manos— Estoy contigo, estamos juntos ¿Lo recuerdas? Eres mi esposa y voy a apoyarte en todo lo que venga más adelante.. Tu y nuestro bebé serán mi prioridad.

Me dio un fuerte abrazo. Era lo que necesitaba escuchar justo ahora. Se que puedo contar con el para todo, siempre ha sido mi apoyo.

27 años.

Terminé de servir el café y recoger la cocina, tenía que llevar a Roxanne a la escuela.

—Buenos días linda —Zack me dio un beso en la mejilla— hola mi amor hermoso —beso la de Roxanne.

—Hola papi.

Nuestra hermosa Roxanne qué ya tiene cuatro años, es un poco parecida a Zack, solo que ella tiene el cabello más oscuro.

—Ten amor —le di la taza con el café— ¿tienes mucho trabajo hoy?

—Si, tengo una junta pequeña pero es atareada, mañana llega la nueva secretaria.

—¿Nueva secretaria? No entiendo, ¿qué paso con Lady?

—¿No te lo dije? —negué— Lady está pasando por un proceso legal contra su esposo, al parecer la maltrataba y ella decidió hablar, le dije que se tomara todo el tiempo que necesite y que contara conmigo para ser testigo.

Lady es una mujer de al menos cuarenta años, ha sido la secretaria de Zack literalmente desde que empiezo. Es una pena que tenga que pasar por eso.

—Que mal —el asintió.

—Tengo que irme —dejó la taza sobre la mesa y vino hasta mi para dejar un beso en mis labios— te amo.

—Yo a ti cariño —acomodé su corbata—, suerte.

—Gracias linda.

Tomó su maletín y se despidió de Roxanne para después salir de la casa.

Zack y yo llevamos cinco años de matrimonio, un matrimonio bastante sólido y armonioso. Hasta ahora no hemos tenido ninguna diferencia ya que solemos comunicarnos cuando algo sucede. Ese es nuestro secreto para mantener nuestro matrimonio intacto.

Después de graduarme había tenido a Roxanne, quise ejercer mi carrera pero después de un accidente con la niñera el primer año de vida de mi pequeña, decidí quedarme en casa para cuidar de ella.

No confío en nadie después de ello, así que soy una ama de casa. Hay veces en las que deseo trabajar, pero pienso en Roxanne y esa idea de inmediato se esfuma.

Soy capaz para mantener mi hogar de pie y hasta ahora no he fracasado en ello.

—Vamos corazón —tome sus cosas y su manito para salir de la casa.

Subí todo al auto y a ella, la sujete bien para después subirme, quise maldecir por que había olvidado peinarme el cabello y no llevaba maquillaje, mis ojeras están más notorias de lo normal.

Recogí un poco mi cabello y encendí el auto para Llevar a Roxanne a la escuela.

Empezó hace un año y se ha adaptado bastante bien, es una niña muy inteligente.

—Adiós mi amor, vendré por ti más tarde —le puse su mochila y le di un beso en su mejilla.

—Adiós mami —se despidió y se fue con su maestra.

Regresé al auto para ir al supermercado por unas cosas que hacían falta en la despensa. Siempre tengo que tener comida suficiente ya que a Zack le gusta estar preparado para cualquier cosa.

Deje el auto estacionado y baje con mi bolso, tome un carrito e ingresé. Tome mi teléfono ya que estaba sonando con insistencia.

—¿Si?

—Dime que me amas.

—Samara, no estoy para tus juegos ahora..

—Qué agua fiestas eres.. Te llamaba para decirte que en un mes y medio el restaurante favorito de tu esposo tendrá un hueco en su horario, justo el mismo día de tu aniversario ¿no soy genial?

—¿Cómo lo hiciste Samara? —meti el arroz en el carrito.

—El gerente es novio de una amiga así que el me dio el dato, ya hice la reservacion, me debes una.

—Te debo una enorme hermana, en serio gracias.

—No es nada, todo sea por ti y mi cuñado, te dejo tengo que ir con mamá a algún lado, más tarde te veo —colgó.

Mi hermana Samara es un ángel, desde hace más de dos meses he tratado de hacer una reservación en ese restaurante ya que es el favorito de Zack.

En un mes y medio Zack y yo cumplimos cinco años de casados y diez juntos, los mejores diez años de mi vida a su lado, Zack es un buen esposo, un buen padre, para mi es el hombre perfecto.

(...)

Solté el último jadeo, había descargado todo lo que había comido en la mañana, estoy segura de que algo me cayó mal en el estómago.

Un momento..

Hace un mes y medio que no estuve con Zack, no me ha venido mi periodo todavía..

—No puede ser —susurré— No puedo estar embarazada.

Busqué en mis cosas una prueba de embarazo, siempre tengo de estas ya que siempre he sido irregular con mi periodo, siempre resulta una falsa alarma.

Pero justo ahora estoy empezando a sentir los síntomas, los mismos que tenia con Roxanne. Saque la prueba de la caja e hice el procedimiento, solo me tocaba esperar.

Al pasar los minutos, la miré, positivo, estoy embarazada de nuevo.. No puede ser.

—Otro bebé.. —susurré atónita— tendremos otro bebé —sonreí con emoción, tendría a otro bebé.

Estoy segura de que Zack lo va a amar tanto yo en este momento. Tengo que decirle, no, no voy a decirle, voy a esperar hasta la fecha de nuestro aniversario, esa noche le daré la sorpresa.

Me lave la boca y baje hacia la entrada ya que estaban tocando, supongo que era mi hermana.

—Mami —Roxanne me abrazó.

—Gracias por pasar por ella Samara.

—Págame con un café —dejó el bolso en el sofá— ¿estas bien? Estás pálida.

—Si, es que casi me caigo bajando las escaleras y me asuste —suspiré— ve a lavarte las manos mi amor, te haré una rica merienda y haremos la tarea.

—Si.

Se fue hacia su habitación. Samara y yo llegamos a la cocina y empecé a preparar café y el sandwich de Roxanne.

—De nuevo gracias por hacer la reservación hermana.

—No hay de que preciosa —me guiño un ojo— ¿qué harás?

—Invitaré a sus madre y hermano, mi mamá, tu, Roxanne y yo.. Ah y a Miguel, su mejor amigo.

—Detesto a ese hombre —dijo entre dientes— es muy pesado.

—Ni qué lo digas, pero es su mejor amigo y tiene que estar presente —me encogí de hombros.

Terminé de hacer el café para Samara y el sandwich para Roxanne. 

—Leah, ¿no extrañas trabajar?

—Para serte honesta, un poco.. Pero no quiero dejar la casa, aquí estoy al pendiente de Roxanne, su escuela, la casa y Zack.. No quiero que otra persona este criando a mi pequeña. 

—En eso tienes razón —tomó de su café— pero deberías pensarlo no lo se. 

No tengo nada que pensar, estoy embarazada y asi no podria trabajar, cuando Zack lo sepa no me dejara hacerlo. Para el, cuidarme es su prioridad. 

—¿Hay que soportar a tu suegra? 

—Es la madre de Zack, para el es importante. 

—Esa mujer es pesada —me rei— la detesto. 

La verdad es que yo también la detesto, es la persona mas entrometida del mundo, cuando me hice novia de Zack no estaba muy de acuerdo con eso, ya que la señora es de Mexico y queria que Zack estuviera con una mujer de sus mismas raíces. Al final no le quedo de otra que aceptarnos. 

Creía que nos separaríamos pero no fue así, cuando nos casamos la mujer fue de blanco a mi boda, fue el peor momento que pude vivir cuando se supone que era mi dia. Se que me odia, no tiene que decirmelo, con solo verme se le nota la cara. 

Siempre trato de no llevar a Roxanne a su casa ya que siempre me dice como debo criar correctamente a mi hija y eso lo detesto, ni siquiera mi madre hace esas cosas. 

No tengo problema con que ella le quiera enseñar sobre la cultura de su padre o sus raíces, pero la forma en que se lo inculca no me gusta porque quiere ser a la fuerza. A Zack tambien le molesta la actitud de su madre y hay veces en las que le agradezco que le ponga un alto, porque suele ser demasiado entrometida.

—Tengo que invitarla por que si y lo sabes, por mas que no me caiga bien su madre, no puedo dejarla por fuera, Zack es su adoración y si la excluyo, me destierra de su familia. 

—Es cierto, si la vas a invitar que sea un dia antes para que no le diga nada a Zack, ya sabes para que no se arruine la sorpresa. 

—Lo hare no te preocupes.

—Me tengo que ir —se puso de pie— tengo que reunirme con alguien, por cierto mañana iremos al centro comercial para comprarte el vestido que usaras, tienes que estar hermosa para Zack ese dia. 

—Lo haré, pasare por ti —me dio un abrazo— me saludas a mamá. 

—Esta bien, adios mi corazon precioso —cargó a Roxanne y le dio un beso en la mejilla— portate bien. 

—Si tía. 

Mi hermana adora a Roxanne, es su única sobrina y la consiente como nadie, incluso mas que su papá. 

(...)

En la noche.

Zack estaba por llegar, ya tenia la cena lista tal y como le gusta. Siempre lo esperaba en la puerta de la casa, le gusta que lo reciba de ese modo. 

—Linda —entró a la casa— que hermosa.

Me gusta que me diga que estoy hermosa, por mas cansada y ojerosa que luzca, me encanta que me diga que soy hermosa. 

Le di un beso y le ayude a quitarse el saco.

—¿Mucho trabajo?

—Demasiado, pero no hay nada como llegar a casa y verlas a ustedes —me dio un abrazo— muero de hambre. 

—Bien, hice la cena, puedes sentarte en el comedor. 

—Eres la mejor —me sonrio— ¿Donde esta Roxanne?

—Lavándose las manos, estaba haciendo una pintura.

El asintió y fue a sentarse al comedor, deje el saco sobre el perchero y el maletín en la mesa. Fui hasta el comedor para servirle la comida, Roxanne como siempre, se sienta a su lado y empieza a hablar con el de su dia en la escuela, Zack también la escucha atentamente y le hace preguntas. 

Ambos son muy unidos, Roxanne es la adoración de Zack, estoy segura de que este nuevo bebé recibirá mucho amor. 

—¿Que tal la nueva secretaria? 

—La verdad es muy buena en lo que hace, la señorita Flint es muy eficiente, es joven, bastante inteligente y atenta a todo, es igual de buena que Lady. 

—Me alegra que sea de ayuda tu nueva secretaria —le sonreí. 

—Papi ¿yo puedo ser secretaria?

—Oh no mi amor, tu vas a estudiar para que seas la mejor ejecutiva del pais, nada de ser secretaria. 

Zack o bueno, su familia, son dueños de un concesionario de autos, uno de los mas famosos de Los angeles. Tomo el mando de este después de la muerte de su padre, el señor Bautista, el mejor hombre que pude haber conocido, era tan amable, carismático y familiar. 

Había llegado a Estados unidos con solo veinte años, con muchos sueños, después de tanto esfuerzo pudo abrir su propio negocio y convertirse en uno de los hombres mas importantes del pais. Y pensar que llegó como un inmigrante, ese hombre es un gran ejemplo de superación. 

—Yo recojo la mesa linda, debes estar cansada. 

—Pero tu estabas trabajando.

—¿Y? Nada me cuesta recoger la mesa, se que no trabajas, pero lo que haces para mantener la casa en orden es un trabajo arduo, además de ir por la niña, hacer la cena —tomó mi mano y le dio un beso—, puedes ir a darte un baño para descansar, yo me encargo de todo ¿si?

—Gracias cariño, eres el mejor. 

—¿Te puedo ayudar papi?

—Claro que si mi amor, puedes ayudarme. 

Me puse de pie y subí a mi habitación para darme un baño, en serio estaba agotada, además de que estoy lidiando con un bebé, mañana ire al medico antes de pasar por Samara, necesito saber si todo esta en orden. 

Me di un baño de agua caliente y me puse la pijama, realmente estoy agotada. 

—Hola linda —Zack estaba en el umbral de la puerta, yo estaba peinando mi cabello— tu cabello esta largo, me encanta. 

—Gracias —me puse de pie— ¿Roxanne?

—Ya se durmio, te envió este besito —me besó la mejilla— a penas toco la cama, se quedo dormida. 

—Hace mucho en la escuela —lo abrace— ¿estas cansado?

—Un poco, podemos terminar de cansarnos en la cama ¿que dices?

—No me parece mala idea —reí un poco— te amo. 

—Y yo a ti linda —me cargó— demasiado. 

Jamás pensé que mi matrimonio sería así, tan perfecto, tan unido, así como lo es el de mis padres, solido y fuerte, asi quiero llegar con Zack, hasta envejecer juntos. 

(...)

Al dia siguiente. 

—Todo esta en orden señora Gómez, los latidos son fuertes, el tamaño es el correcto, solo debe tomar las vitaminas y no esforzarse demasiado. 

Es un alivio saber que mi bebé esta bastante bien. 

—Gracias doctora, la veo el próximo mes —estreche su mano, tome mis cosas para salir del consultorio. 

Después de dejar a Roxanne en la escuela, vine de inmediato al consultorio medico para saber que mi bebé estuviera en buenas condiciones y si lo esta, es un gran alivio. 

Conduje a la casa de mamá para ir por Samara a comprar el vestido. Siempre me ha gustado ser una mujer preparada para todo, quiero que la reunión de nuestro décimo aniversario sea perfecta e inolvidable, esa noche Zack sabrá que esperamos a nuestro segundo bebé. 

—Mamá —la abracé— ¿como estas?

—Bien, Samara se esta arreglando ¿quieres algo de comer? Hice huevos con tocino y pan. 

—No —hice una mueca de asco.

—Tu amas mi comida Leah —frunció el ceño— no puede ser.. Estas embarazada ¿cierto?

—¿Quien está embarazada? —mi papá llegó a la cocina.

—Leah, nuestra niña está embarazada otra vez —dijo mamá con emoción. 

—Mamá, se supone que seria una sorpresa —me senté en la isla de la cocina— planeaba decírselos a todos en la cena de mi aniversario. 

—Felicidades mi niña —papá me dio un abrazo— tendré otro nieto joder, eso es una buena noticia. 

—Espero que no le digas a Zack Erick, tiene que ser una sorpresa —mamá lo señaló. 

—¿Por quién me tomas Roxanne? Yo se guardar secretos, me ofendes.

—¡Voy a ser tia de nuevo! —Samara soltó un chillido, hizo a un lado a mi papá para abrazarme— que emoción, felicidades hermanita. 

—Gracias, espero que mantengan esto en secreto hasta que llegue la cena de mi aniversario, quiero darle la sorpresa a Zack. 

—Va a estar feliz, de eso no cabe la menor duda mi niña. 

—Tenemos que irnos —Samara comió un trozo de pan— compraremos un lindo vestido.

—Suerte y cuidado. 

—Si papá —dijimos mi hermana y yo al unísono. 

Ambas salimos de la casa de nuestros padres, ella conduciría ya que no me siento del todo bien para ir en auto, este embarazo sera un poco mas complicado de ocultar. Los síntomas son demasiado notorios, con Roxanne solo tuve un desmayo, solo eso. 

Samara y yo llegamos al centro comercial, caminamos un poco hasta llegar a la tienda en donde compraríamos el vestido. 

—¿Que color quieres usar esa noche?

—Uno negro con escote en la espalda, asi me gustaria uno. 

—Hay que resaltar ese hermoso tatuaje que tienes en la espalda —ella sonrió con malicia. 

Tengo un tatuaje ornamental en mi espalda, lo hice cuando tenia veinte años, es el único que tengo y me encanta, hace mucho que lo cubro y esa noche planeo mostrarlo. 

Samara buscó el vestido perfecto, era negro y a las rodillas, de mangas largas y el escote descubierto en la espalda, es hermoso. 

—Ese resaltara la figura que te cargas hermana. 

—¿Figura? —me rei— ya no tengo el cuerpo de hace cinco años Samara. 

—¿Y que? Mírate, tienes enormes piernas, muslos gruesos y trasero enorme, la maternidad te sentó bastante bien, siempre fuiste delgada, ahora tienes mas cuerpo, eso te hace mas hermosa aun. 

Después de dar a luz a Roxanne, mi cuerpo cambió por completo, debo admitir que me senti mal despues ya que pensaba que Zack me dejaria de querer por subir un poco de peso después de dar a luz, pero a Zack jamás le molestó el cambio y eso me hace sentir mas aliviada.

(...)

Dejé a Samara en su trabajo después de comprar el vestido, se lo deje a ella para que Zack no hiciera preguntas, ya era la hora de almorzar y justo ahora iba a la oficina de Zack para comer con el. 

Al llegar a su oficina, una mujer salió de ella. Era alta, bastante alta de piernas largas, cabello rubio y curvas despampanantes, labios carnosos y perfil delicado, parece una modelo. 

—Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarla? —preguntó de forma amable. 

—Buenas tardes, vine a ver a mi esposo. 

—¿Usted es la señora Gómez? —asenti— un placer conocerla, soy Agnes Flint, la secretaria del señor Gómez. 

Estreche su mano. 

—Un gusto Agnes, ¿te gusta el trabajo?

—Si, el señor Gómez fue muy amable en contratarme, estoy dando lo mejor de mi para que así sea. Pero no le quito mas tiempo ¿quiere que la anuncie?

—No es necesario, le llame antes de venir. Gracias.

—De nada —se sentó en su lugar para seguir en su trabajo. 

Yo entre a la oficina de Zack, el estaba sin saco y en el teléfono, al verme sonrió y me señaló la silla frente a el, estornude un poco ya que el perfume de su secretaria era un poco fuerte. 

Es bonita, muy bonita.. 

No soy una mujer insegura, jamás lo he sido, pero ver a esa mujer, me hizo sentir un poco fuera de lugar y no se por que. 

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