CAPITULO 4

Mis padres no querían que fuera y que me quedara fuera de casa, la ultima vez que me quedé fuera terminó en un desastre que me hizo encerrarme por semanas en mi habitación sin comer lo que normalmente consumo, no quería decirles la razón de que me veo obligada por ese chico y les dije que el pago nos ayudaría por un mes al menos y que nada podría pasar porque la casa e grande y que solo estaríamos la pequeña y yo

—Elizabeth… no tienes que hacerlo, el próximo pago que me darán es bueno y…

—No puedo retractarme y lo sabes papá, ellos me están esperando y decirles que no a ultima hora es que quede mal con ellos. Te prometo que les enviaré un mensaje cuando llegue.

Mis padres estaban angustiados y me pidieron que los llamara para que así pudieran estar mas tranquilos así que les dije que lo haría. Al bajar del autobús con una pequeña maleta con lo necesario para estar aquí y para mis tareas, ellos fueron breves con las explicaciones de lo que debía hacer, la niña estaba despierta y me dio ternura cuando ella tomó mi mano con una sonrisa cuando sus padres se fueron, pero estaba nerviosa porque no solo estábamos nosotras dos, estaba a él a mi lado derecho mientras observamos como el auto se aleja.

—Vamos a jugar. —dijo la niña con emoción en su voz —¡Liz vamos!

Ella me pide jugar, pero yo no soy mucha para los juegos, no tengo hermanos así que no se que tipo de juegos puede jugar una niña de su edad, así que le dije que me sugiriera uno.

—¿Qué tal a las escondidas en el pequeño bosque de la casa? —al verlo a la cara pase saliva ya que tenía una sombría sonrisa en su rostro que no me agradaba porque había algo más —¿Qué opinas hermana?

Para mis desgracias la niña dice que, si alterándome porque seguramente tramaba algo entre manos que no era nada bueno, le dije que, si podíamos jugar otra cosa, pero ella comenzó a hacer pucheros que me conmovieron y no tuve más opción que decirle que sí, pero lo peor es que él dijo que nos buscaría haciendo que mi mente comience a pensar que solo iría por mí.

Comenzó a contar y le dije a la pequeña que nos escondiéramos juntas, no quería que el me encontrara sola, pero ella me dijo que no era parte del juego y que debíamos escondernos separado, quise engañarla, pero ella se fue antes de que pudiera convencerla de lo contrario y no tuve más opción que hacer lo mismo y esconderme, corrí lo mas lejos que pude para que no me buscara a mi si no a su hermana y me quede quieta detrás de unas rocas

Me quedé en silencio para que no me encontrara fácilmente, pero unos gruñidos me hicieron reaccionar “¿Acaso tienen perros?” el miedo recorre mi cuerpo cuando escucho que los gruñidos se van acercando como si supiera donde me encontraba.

Una respiración a mis espaldas me hace congelarme, estaba petrificada ya que era ese mismo gruñido, mis labios no hacen mas que temblar mientras lentamente siento que cambia de posición hasta estar frente a mi, al ver a semejante bestia frente a mi lamiendo sus dientes como si ya sintiera el sabor de mi carne “u–un lobo” jamás en mi vida había visto un lobo tan enorme como ese.

—¡¡Liz!!...

“Skaí”

La niña estaba gritando y había un lobo que se metió a la propiedad, ya me podía ver en prisión por la muerte de la niña y el infeliz ese culpándome por su muerte, un pretexto mas para que me odie y quiera matarme.

—¿Qué?...

Palidezco al ver que el lobo estaba cambiando de forma, hasta que se convierte en él, mi voz no sale y lo único que puedo es tartamudear al ver que sus ojos estaban brillando en un color carmesí mientras una sonrisa escalofriante adorna su rostro.

DAMIAN

Pensé que ella gritaría de terror al verme, pero no, hizo todo lo contrario y se desmayó haciendo que la diversión para mi se acabara. Cabreado gruño mientras la veo inconsciente en el suelo “enserio que es patética” en una situación de peligro ahora ya estaría muerta y devorada por los lobos salvajes.

—¡Ahí están! —Skai corre hacia donde me encontraba y ella frunce el ceño molesta al ver a su niñera en el suelo —¡¿Qué le hiciste?!

Escucharla a ella no es lo que quiero así que la tuve que cargar hasta la casa y dejarla en la habitación que mis padres arreglaron para ella, la observo y verla solo me trae el amargo recuerdo de la bruja que me quitó a mi mate, seguramente es su reencarnación y no voy dejarla en paz, la haré vivir un infierno que se quitara la vida

—Conozco esa mirada, déjala en paz, es una humana, no es.

—Sera mejor que no te metas en esto hermanita, si no quieres que te encierre en tu habitación como esa vez.

—Le diré a mis padres y ellos te echaran como una vez lo hicieron. Nadie te quiere y lo sabes, aunque aparentes con los humanos que eres bueno, todos los nuestros sabemos que no lo eres, no pudiste ni siquiera protegerla a ella.

—¡¡Skai!!. —gruñí cabreado, pero ella me reta de la misma forma desafiándome con su mirada.

—Soy una niña, pero no te tengo miedo, hermano.

De pronto ella despierta y cuando me ve, sus ojos se llenan de miedo, mi hermana pequeña al verla sale diciendo que buscara algo de agua para ella que no decía una sola palabra sin mencionar que no me quitaba los ojos de encima.

—Te desmayaste en el bosque. Cuando te encontré….

—Eres… un lobo.

—¿Perdón? —dije fingiendo no saber de lo que estaba hablando ella —Oye, se que no he sido el mejor pero tampoco es para que me digas lobo, ¿o es que te volviste loca acaso?.

—¡No, yo se lo que vi!....

—¿Y que fue lo que viste exactamente?

Verla confundida me hace reírme de ella porque en verdad la estoy haciendo creer que estaba soñando o que tal vez vio alucinaciones. Me siento al borde de la cama y veo el collar que trae consigo, su cuerpo tiembla cuando mi piel rosa con la suya cuando tomo el collar, mi mano baja un poco poniéndola tensa

—Chica tonta… —me acerco a ella, sintiendo su respiración me doy cuenta que esta demasiado nerviosa —¿Por qué lastimaría algo me pertenece?, tu me perteneces  y esta noche… te lo voy a demostrar

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