Capítulo 26. La Farsa Dorada: Valentina.
La luz de la mañana se filtraba por las rendijas de mi persiana, pero la prometedora calidez del sol contrastaba con la fría ansiedad que me oprimía el pecho. Hoy era el día. El compromiso de Alejandro y Valeria. La excusa de Mónica aún resonaba en mi mente, una reverberación discordante que mi intuición rechazaba, pero la necesidad de entender, de ver con mis propios ojos la verdad de la situación de Alejandro, era más fuerte. Me levanté de la cama, el colchón aún guardaba el rastro de la noche pasada, de esa intimidad prohibida.
Me dirigí al armario, mi mente de diseñadora ya enfocada en la tarea. Si iba a infiltrarme en ese mundo, debía hacerlo con maestría. Elegí un diseño que había creado hace tiempo, inspirado en la fluidez y el dramatismo de Elie Saab, pero con mi toque personal, más sobrio y de líneas depuradas. Era un vestido de chifón de seda en un tono azul noche profundo, casi negro. La parte superior, de corte imperio, se ajustaba delicadamente al busto con un intrincado