Pasó un mes y Elizabeth le pidió a Juan Pablo que, ya que eran novios y vivían juntos, le devolviera su celular y computadora para revisar asuntos de su empresa.
Juan Pablo aceptó y cumplía con cada petición de Elizabeth, ambos dormían en la habitación de él y mantenían una bonita relación como si fueran recién casados.
Él solo estaba fuera de la casa nueva dos días a la semana y pasaba a tiempo completo dedicado a Elizabeth. Por otro lado, ella aún evitaba preguntarle si se iban a la ciudad y vivían juntos por miedo a una pelea.
Ambos olvidaron cuidarse con anticonceptivos o preservativos ya que disfrutaban plenamente su intimidad. Sus gemidos por las noches se escuchaban por todo el pasillo, se amaban plenamente y eran felices.
Elizabeth deseaba regresar a la ciudad a vivir su vida de antes, siempre al lado de Juan Pablo porque ella estaba esperando le pidiera matrimonio ya que solo eso faltaba.
Juan Pablo se fue a la ciudad para atender una reunión en un prestigioso Hotel y en di