Capítulo 5
Después de dejar la Ciudad Santa Lucía, encontré trabajo como recepcionista en una pequeña posada de la Ciudad San Florencio.

La gente aquí es sencilla, el dueño es amable y me da techo y comida. Con eso me basta para mantenerme y hasta ahorrar un poco. Me siento agradecida.

Gracias a este trabajo conocí a muchas personas de distintos lugares.

Con cada huésped podía intercambiar unas palabras. A los huéspedes más callados les ofrecía con cuidado algunos artículos de uso diario y les daba consejos para su viaje.

Con el tiempo me acostumbré a la tranquilidad de este pueblo, y también fui olvidando los recuerdos dolorosos sobre Santa Lucía.

Pero las cosas nunca resultan como una las sueña.

Cada vez que la felicidad parece alcanzarme, siempre aparece alguien a romper la calma.

Era al atardecer.

La puerta de la posada se abrió.

—Buenas tardes, ¿quiere hospedarse?

Un tufo fuerte de alcohol me golpeó de inmediato. Fruncí la nariz y miré hacia la entrada.

Un miedo frío, casi ancestral, me reco
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App