El salón principal se oscureció repentinamente, y un silencio elegante se extendió por todo el público. De pronto, una melodía de cuerdas suaves comenzó a escucharse desde las esquinas del salón. Un cuarteto de cámara, estratégicamente ubicado, empezó a interpretar una pieza compuesta especialmente para el evento: "Raíces y Cielo", una sinfonía que pretendía reflejar la historia, los valores y el crecimiento de la familia Sinisterra.
Una enorme pantalla se encendió detrás del escenario, proyectando imágenes de archivo:
Los inicios de la empresa en blanco y negro.
Fotografías de jóvenes ingenieros, reuniones técnicas.
La primera sede. El primer contrato internacional.
Alberto estrechando manos. Miguel en una ceremonia de premios. Allison cortando una cinta inaugural.
Todo cuidadosamente editado.
Todo perfectamente… falso.
Desde la primera fila, Alanna observaba sin pestañear. Su rostro no delataba emoción alguna. Ni nostalgia, ni rabia, ni orgullo.
Leonardo, a su lado, también contempl