Una embestida con fuerza sobre Mordor. El vampiro intentó... Esta parte de mí no parecía que tuviera miedo, cosa que realmente me preocupó. Había acabado de arrancar una de sus alas, pero él no parecía asustado, más bien enojado. Pude ver que no quería huir, solamente un poco de espacio, tal vez para ponerse de pie y contraatacar. Pero yo no le daría espacio para eso. Había descubierto que podía hacerlo, que podía acabar con él de una vez por todas.

Entonces salté hacia su cuello. Necesitaba terminarlo antes de que encontrara la forma de derrotarme, antes de que descubriera que era mi primera transformación y que no sabía comportarme bien como una loba. A pesar de que el instinto me guiaba, de que podía sentir cómo debía moverme, cuánta fuerza debía usar al morder... aún así podía seguir sintiendo el hielo en mi hocico.

Mordor esquivó mi ataque con habilidad. Apoyó con fuerza su mano en mi cuello y me empujó varios metros hacia atrás. Aún seguía siendo increíblemente fuerte. Tenía que