154. Una noche italiana #2
—Claro… —dice, como si conectara piezas que ya tenía en su cabeza—. Tenía que ser él, el tipo intenso que te visitaba en el campus.
Su tono es de celos, molestia, resentimiento. Como si ese nombre le irritara por dentro. De seguro le llegan recuerdos que le abruman la mente. Porque yo también lo recuerdo. Aquel par de encuentros que tuvieron… cargados de miradas asesinas, y una testosterona inútil que solo servía para marcar territorio. Pero nunca se dijeron nada con palabras. Era todo visual. Un lenguaje silencioso entre machos alfa.
—¿Es tu jefe directo? —pregunta, bajando la mirada hacia su vaso.
Me le quedo viendo, indignada. Porque lo conozco. Y sé que, por más que intente disimularlo, Giovanni ya sabe todo. Sabe con quién trabajo. Sabe a quién me acerco. Probablemente sabe más de lo que yo sé.
—Bien que lo sabes, Giovanni. No te hagas... —respondo con un tono neutro, como si no significara nada.
—Sí, lo sé, y también sé que Gabriel es alguien sumamente poderoso —dice, volvi