ONYX

El día transcurre con normalidad. Cumplo con mis deberes, firmo documentos, entreno, asesoro a los líderes de Vyreon… incluso me doy el lujo de dormir una siesta profunda.

Pero por más que intento, no consigo sacarlo de mi cabeza.

"Zoren".

Encerrado.

Hambriento.

Furioso.

Sé que Devan está cumpliendo su parte del trato. Reparó tres calefacciones y reinstaló el sistema de agua caliente de la planta media.

Todo sin rechistar, con esa sonrisa estúpida que me lanza cada vez que paso cerca. Sé lo que está haciendo.

Quiere conquistarme.

Quiere proteger a su hermano.

Quiere… algo de mí. Y eso me inquieta más de lo que debería.

Cuando cae la noche, me rindo.

Tomo una bandeja del comedor: una sopa caliente, un plátano maduro bien dulce, pan suave, y un buen filete.

También coloco un pequeño dulce de cacao con especias. No todos los días tienen la suerte de que su Alfa los alimente…

Y si Zoren se atreve a quejarse, le recordaré que gracias a su hermanito tiene comida esta noche.

Camino