Cap 13. Mandarinita.
DEVAN
Los guardias me arrastran como si fuera un saco de papas.
Esto es horrible.
No.
Esto es el maldito infierno.
El calabozo de Vyreon huele a humedad, orina seca y desesperación. Las paredes están hechas de piedra negra, viva, como si respirara… o esperara el momento justo para devorarme.
El suelo está cubierto de una capa de mugre antigua, y en las esquinas, hay cosas que prefiero no identificar. ¿Ratas? ¿Sombra viviente? ¿Los sueños rotos de otros betas? Quién sabe.
Me tiran sin cuidado al piso y me sueltan los grilletes. El frío de las piedras me atraviesa como una puñalada. Me incorporo apenas, gimiendo como alma en pena, y gateo hacia un rincón.
Me dejo caer ahí, maldiciendo a todos los dioses "especialmente a la diosa infernal que tengo por compañera" por castigarme así solo por… por ser encantador.
¡Por favor! Solo bromeé con el desayuno.
No puedo evitar pensar en Zoren.
Si esto es lo que me dieron a mí, ¿qué le espera a él, que la hizo explotar en llamas?
Me acurruco,