ZOREN
Lo acepto por su mandatos.Pero lo odio.Odio el maldito bosque, el barro hasta las rodillas, los insectos, el silencio tenso que precede a lo peor.Pero aquí estoy. De pie, con la espalda recta, vigilando los límites de Luna Blanca. ¿Por qué? Porque ella lo ordenó. No por respeto. No por deber. Por ella.Llevo horas sin moverme más que para respirar. El sudor se seca bajo la armadura, el viento me arranca pensamientos, y todo parece en calma... hasta que no lo está.El ataque es brutal.Salen de las sombras como si hubieran nacido en ellas. Demonios. Poderosos. Letales. Siento la energía negra trepar entre los árboles antes de verlos. Somos pocos, y aunque se envía aviso a los puestos cercanos, es inútil. No hay tiempo. No hay refuerzos. No hay piedad.No soy un guerrero experto. Nunca lo fui. Fui criado para pensar, para actuar con astucia, para planear. Pero hoy no hay tiempo para pensar. Solo reaccio